19 May 2010

El 19 de Mayo Lectura Bíblica Diaria


El 19 de Mayo Lectura Bíblica Diaria:

Levítico 14 a 16:
El Señor le dijo a Moisés: "Ésta es la ley que se aplicará para declarar pura a una persona infectada. Será presentada ante el sacerdote, quien la examinará fuera del campamento. Si el sacerdote comprueba que la persona infectada se ha sanado de su enfermedad, mandará traer para la purificación de esa persona dos aves vivas y puras, un pedazo de madera de cedro, un paño escarlata y una rama de hisopo. Después el sacerdote mandará degollar la primera ave sobre una vasija de barro llena de agua de manantial. Tomará la otra ave viva, la madera de cedro, el paño escarlata y la rama de hisopo, y mojará todo esto junto con el ave viva en la sangre del ave que fue degollada sobre el agua de manantial. Luego rociará siete veces a quien va a ser purificado de la infección, y lo declarará puro. Entonces dejará libre a campo abierto el ave viva. "El que se purifica deberá lavarse la ropa, afeitarse todo el pelo y bañarse. Así quedará puro. Después de esto podrá entrar en el campamento, pero se quedará fuera de su carpa durante siete días. Al séptimo día se rapará por completo el cabello, la barba y las cejas; se lavará la ropa y se bañará. Así quedará puro. "Al octavo día, el que se purifica deberá traer dos corderos sin defecto y una cordera de un año, también sin defecto; como ofrenda de cereal traerá seis kilos de flor de harina amasada con aceite, junto con un tercio de litro de aceite. El sacerdote que oficia en la purificación presentará ante el Señor, a la entrada de la Tienda de reunión, al que se purifica y a sus ofrendas. Después el sacerdote tomará uno de los corderos y, junto con el aceite, lo ofrecerá como sacrificio por la culpa. Lo mecerá ante el Señor, pues se trata de una ofrenda mecida. Después degollará al cordero en el lugar santo, donde se degüellan las víctimas del sacrificio expiatorio y del holocausto, porque el sacrificio por la culpa, al igual que el sacrificio expiatorio, pertenecen al sacerdote. Se trata de algo sumamente sagrado. Luego tomará el sacerdote un poco de sangre del sacrificio por la culpa y la untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho del que se purifica. El sacerdote tomará un poco de aceite y se lo echará en la palma de la mano izquierda. Mojará el índice de la mano derecha en el aceite que tiene en la palma izquierda, y rociará el aceite siete veces ante el Señor. Luego, del aceite que le quede en la mano, el sacerdote untará un poco en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho del que se purifica, sobre la sangre del sacrificio por la culpa. El sacerdote derramará sobre la cabeza del que se purifica el aceite que le quede en la mano. De este modo celebrará ante el Señor el rito de propiciación por él. A continuación, el sacerdote ofrecerá el sacrificio expiatorio, haciendo propiciación por el que se purifica de su impureza. Hecho esto, degollará la víctima del holocausto, y la ofrecerá en el altar junto con la ofrenda de cereal. Así hará propiciación por él, y lo declarará puro. "Si el que se purifica es pobre y no tiene para comprar lo requerido, tomará como sacrificio por la culpa un solo cordero, el cual será mecido para hacer propiciación por él. También llevará como ofrenda de cereal dos kilos de flor de harina amasada con aceite, y un cuarto de litro de aceite, junto con dos tórtolas o dos pichones de paloma, según lo que pueda pagar, uno como sacrificio expiatorio y otro como holocausto. Al octavo día los llevará a la entrada de la Tienda de reunión, ante el sacerdote, para su purificación en presencia del Señor. El sacerdote tomará el cordero del sacrificio por la culpa, junto con el aceite, y los mecerá ante el Señor, pues se trata de una ofrenda mecida. Después degollará al cordero del sacrificio por la culpa, tomará un poco de sangre y la untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho del que se purifica. El sacerdote se echará aceite en la palma de la mano izquierda, y con el índice de la mano derecha lo rociará siete veces ante el Señor. Luego, al que se purifica, el sacerdote le untará un poco del aceite que le quede en la mano. Se lo untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho, allí donde puso la sangre del sacrificio por la culpa. El aceite que le quede en la mano lo untará el sacerdote en la cabeza del que se purifica, y así hará propiciación por él ante el Señor. Luego ofrecerá las tórtolas o los pichones de paloma, según lo que pueda pagar el oferente, uno como sacrificio expiatorio y otro como holocausto, junto con la ofrenda de cereal. Así hará el sacerdote propiciación ante el Señor en favor del que se purifica." Esta ley se aplicará a la persona que haya contraído una infección cutánea y no tenga para pagar las ofrendas regulares de su purificación. El Señor les dijo a Moisés y a Aarón: "Si al entrar ustedes en la tierra de Canaán, la cual les doy en propiedad, yo pongo moho infeccioso en alguna de sus casas, el dueño de la casa deberá decirle al sacerdote: En mi casa ha aparecido una especie de moho. Entonces el sacerdote, antes de entrar para examinar el moho, mandará que desocupen la casa para que no se contamine todo lo que haya en ella. Hecho esto, el sacerdote entrará a examinarla. Si el moho de las paredes forma cavidades verduscas o rojizas que parezcan hundirse en la pared, el sacerdote saldrá de la casa y la clausurará durante siete días. Al séptimo día regresará y la examinará. Si el moho se ha extendido por las paredes de la casa, mandará quitar las piedras mohosas y tirarlas fuera de la ciudad, en un lugar impuro. También mandará raspar todo el interior de la casa, y el material raspado lo arrojará fuera de la ciudad, en un lugar impuro. Después se repondrán las antiguas piedras con otras nuevas, y se resanará la casa con estuco nuevo. "Si después de haber quitado las piedras infectadas y de haber raspado y resanado la casa, vuelve a aparecer el moho y se extiende por toda ella, el sacerdote irá a examinarla. Si el moho se ha extendido por toda la casa, se trata de moho corrosivo. Por lo tanto, la casa es impura y deberán demolerla y arrojar, en un lugar impuro fuera de la ciudad, las piedras, el maderamen y el estuco. "Cualquiera que entre en la casa mientras esté clausurada quedará impuro hasta el anochecer, y todo el que duerma o coma en dicha casa deberá lavarse la ropa. "Si después de haber sido resanada la casa, el sacerdote la examina y el moho no se ha extendido, la declarará pura, porque la infección ha desaparecido. "Para purificar la casa, el sacerdote deberá tomar dos aves, pedazos de madera de cedro, ramas de hisopo y un paño escarlata. Degollará una de las aves sobre una vasija de barro llena de agua de manantial; tomará la madera de cedro, las ramas de hisopo, el paño escarlata y la otra ave viva, y mojará todo esto en la sangre del ave degollada y en el agua de manantial. Luego rociará la casa siete veces, y así la purificará con la sangre del ave, con el agua de manantial y con el ave viva, la madera de cedro, las ramas de hisopo y el paño escarlata. Soltará entonces el ave viva a campo abierto. Así hará propiciación por la casa, y ésta quedará pura. "Ésta es la ley respecto a cualquier tipo de infección cutánea o de tiña, o de moho, ya sea en la ropa o en una casa, o de inflamación, o erupción o mancha blancuzca para así poder enseñar al pueblo cuándo algo es puro o impuro. Ésta es la ley respecto a las infecciones." El Señor les ordenó a Moisés y a Aarón que les dijeran a los israelitas: "Si algún hombre tiene un derrame seminal, tal derrame es impuro, lo mismo que el hombre, ya sea que su órgano sexual emita el flujo o que el flujo obstruya el órgano. "El flujo causa impureza en los siguientes casos: "Será impura toda cama donde se acueste el afectado por el flujo, lo mismo que todo objeto sobre el que se siente. "Todo el que toque la cama del afectado por el flujo deberá lavarse la ropa y bañarse, y quedará impuro hasta el anochecer. "Todo el que se siente donde se haya sentado el afectado por el flujo deberá lavarse la ropa y bañarse, y quedará impuro hasta el anochecer. "Todo el que toque el cuerpo del afectado por el flujo deberá lavarse la ropa y bañarse con agua, y quedará impuro hasta el anochecer. "Si el afectado por el flujo escupe sobre alguien no contaminado, éste deberá lavarse la ropa y bañarse, y quedará impuro hasta el anochecer. "Toda montura sobre la que cabalgue el afectado por el flujo quedará impura. "Todo el que toque algún objeto que haya estado debajo del afectado por el flujo quedará impuro hasta el anochecer; el que transporte dicho objeto deberá lavarse la ropa y bañarse, y quedará impuro hasta el anochecer. "Si el afectado por el flujo toca a alguien sin haberse lavado las manos con agua, el que fue tocado deberá lavarse la ropa y bañarse, y quedará impuro hasta el anochecer. "Si el afectado por el flujo toca alguna vasija de barro, se romperá la vasija; si toca algún utensilio de madera, éste deberá lavarse con agua. "Si al afectado le cesa el flujo, deberá esperar siete días para el rito de su purificación. Se lavará la ropa y se bañará con agua de manantial, y así quedará puro. Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma, y se presentará ante el Señor, a la entrada de la Tienda de reunión. Allí entregará las aves al sacerdote, quien ofrecerá una como sacrificio expiatorio y la otra como holocausto. Así, en presencia del Señor, el sacerdote hará propiciación por el afectado a causa de su flujo. "Cuando un hombre tenga una eyaculación, deberá bañarse todo el cuerpo, y quedará impuro hasta el anochecer. Toda ropa o piel sobre la que haya caído semen deberá lavarse con agua, y quedará impura hasta el anochecer. "Cuando un hombre y una mujer tengan relaciones sexuales con eyaculación, ambos deberán bañarse, y quedarán impuros hasta el anochecer. "Cuando a una mujer le llegue su menstruación, quedará impura durante siete días. "Todo el que la toque quedará impuro hasta el anochecer. "Todo aquello sobre lo que ella se acueste mientras dure su período menstrual quedará impuro. "Todo aquello sobre lo que ella se siente durante su período menstrual quedará impuro. "Todo el que toque la cama de esa mujer deberá lavarse la ropa y bañarse, y quedará impuro hasta el anochecer. "Todo el que toque algún objeto donde ella se haya sentado, deberá lavarse la ropa y bañarse, y quedará impuro hasta el anochecer. "Si alguien toca algún objeto que estuvo sobre su cama o en el lugar donde ella se sentó, quedará impuro hasta el anochecer. "Si un hombre tiene relaciones sexuales con esa mujer, se contaminará con su menstruación y quedará impuro durante siete días. Además, toda cama en la que él se acueste quedará también impura. "Cuando una mujer tenga flujo continuo de sangre fuera de su período menstrual, o cuando se le prolongue el flujo, quedará impura todo el tiempo que le dure, como durante su período. "Toda cama en la que se acueste mientras dure su flujo quedará impura, como durante su período. "Todo aquello sobre lo que se siente quedará impuro, como durante su período. "Todo el que toque cualquiera de estos objetos quedará impuro. Deberá lavarse la ropa y bañarse, y quedará impuro hasta el anochecer. "Cuando ella sane de su flujo, deberá esperar siete días para el rito de su purificación. Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma, y los llevará a la entrada de la Tienda de reunión, donde se los entregará al sacerdote, quien ofrecerá uno como sacrificio expiatorio y el otro como holocausto. Así, en presencia del Señor, el sacerdote hará propiciación por ella a causa de su flujo. Üstedes deben mantener apartados de la impureza a los israelitas. Así evitarán que ellos mueran por haber contaminado mi santuario, que está en medio de ellos. "Esta ley se aplicará a quien quede impuro por derrame seminal, a la que tenga flujo menstrual, al hombre y a la mujer que tenga relaciones sexuales con eyaculación, y a quien tenga relaciones sexuales con una mujer impura." El Señor le habló a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, quienes murieron al acercarse imprudentemente al Señor. Le dijo el Señor a Moisés: "Dile a tu hermano Aarón que no entre a cualquier hora en la parte del santuario que está detrás de la cortina, es decir, delante del propiciatorio que está sobre el arca, no sea que muera cuando yo aparezca en la nube por encima del propiciatorio. "Aarón deberá entrar en el santuario con un novillo para el sacrificio expiatorio y un carnero para el *holocausto. Se pondrá la túnica sagrada de lino y la ropa interior de lino. Se ceñirá con la faja de lino y se pondrá la tiara de lino. Éstas son las vestiduras sagradas que se pondrá después de haberse bañado con agua. "De la comunidad de los israelitas, Aarón tomará dos machos cabríos para el sacrificio expiatorio y un carnero para el holocausto. Después de que haya ofrecido el novillo del sacrificio expiatorio como propiciación por él y por su familia, tomará los dos machos cabríos y los presentará ante el Señor, a la entrada de la Tienda de reunión. Entonces Aarón echará suertes sobre los dos machos cabríos, uno para el Señor y otro para soltarlo en el desierto. Aarón ofrecerá como sacrificio expiatorio el macho cabrío que le tocó al Señor, pero presentará vivo ante el Señor, como propiciación, el macho cabrío que soltará en el desierto; es decir, lo enviará a Azazel. "Aarón presentará el novillo para su propio sacrificio expiatorio, y hará propiciación por él y por su familia. Degollará el novillo para su propio sacrificio expiatorio; luego tomará del altar que está ante el Señor un incensario lleno de brasas, junto con dos puñados llenos de incienso aromático en polvo, y los llevará tras la cortina; colocará entonces el incienso sobre el fuego, en presencia del Señor, para que la nube de incienso cubra el propiciatorio que está sobre el arca del pacto. De esa manera Aarón no morirá. Después tomará un poco de la sangre del novillo y la rociará con su dedo al costado oriental del propiciatorio; la rociará delante del propiciatorio siete veces. "Luego degollará el macho cabrío del sacrificio expiatorio en favor del pueblo. Llevará su sangre detrás de la cortina, y hará con esa sangre lo mismo que hizo con la del novillo: la rociará sobre y delante del propiciatorio. Así hará propiciación por el santuario para purificarlo de las impurezas y transgresiones de los israelitas, cualesquiera que hayan sido sus pecados. Hará lo mismo por la Tienda de reunión, que está entre ellos en medio de sus impurezas. Nadie deberá estar en la Tienda de reunión desde el momento en que Aarón entre para hacer propiciación en el santuario hasta que salga, es decir, mientras esté haciendo propiciación por sí mismo, por su familia y por toda la asamblea de Israel. "Aarón saldrá luego para hacer propiciación por el altar que está delante del Señor. Tomará sangre del novillo y del macho cabrío, y la untará sobre cada uno de los cuernos del altar, y con el dedo rociará con sangre el altar siete veces. Así lo santificará y lo purificará de las impurezas de los israelitas. "Cuando Aarón haya terminado de hacer propiciación por el santuario, la Tienda de reunión y el altar, presentará el macho cabrío vivo, y le impondrá las manos sobre la cabeza. Confesará entonces todas las iniquidades y transgresiones de los israelitas, cualesquiera que hayan sido sus pecados. Así el macho cabrío cargará con ellos, y será enviado al desierto por medio de un hombre designado para esto. El hombre soltará en el desierto al macho cabrío, y éste se llevará a tierra árida todas las iniquidades. "Entonces Aarón entrará en la Tienda de reunión, se quitará los vestidos de lino que se puso antes de entrar en el santuario, y allí los dejará. Se bañará con agua en un lugar *santo y se volverá a vestir. Después saldrá y ofrecerá su propio holocausto y el del pueblo. Así hará propiciación por sí mismo y por el pueblo. Además, quemará sobre el altar la grasa del sacrificio expiatorio. "El encargado de soltar el macho cabrío en el desierto deberá lavarse la ropa y bañarse con agua. Sólo después de hacer esto podrá volver al campamento. "El novillo del sacrificio expiatorio y el macho cabrío del sacrificio expiatorio, cuya sangre se llevó para hacer propiciación por el santuario, se sacarán del campamento, y la piel, la carne y el excremento se quemarán. El que les prenda fuego deberá lavarse la ropa y bañarse. Sólo después de hacer esto podrá volver al campamento. "Éste será para ustedes un estatuto perpetuo, tanto para el nativo como para el extranjero: El día diez del mes séptimo ayunarán y no realizarán ningún tipo de trabajo. En dicho día se hará propiciación por ustedes para purificarlos, y delante del Señor serán purificados de todos sus pecados. Será para ustedes un día de completo reposo, en el cual ayunarán. Es un estatuto perpetuo. "La propiciación la realizará el sacerdote que haya sido ungido y ordenado como sucesor de su padre. Se pondrá las vestiduras sagradas de lino, y hará propiciación por el lugar santísimo, por la Tienda de reunión y por el altar. También hará propiciación por los sacerdotes y por toda la comunidad allí reunida. "Éste les será un estatuto perpetuo: Una vez al año se deberá hacer propiciación por todos los israelitas a causa de todos sus pecados." Y se hizo tal como el Señor se lo había mandado a Moisés.


Salmo 6:
No me reprendas, Señor, en tu ira; no me castigues en tu furor. Tenme compasión, Señor, porque desfallezco; sáname, Señor, que un frío de muerte recorre mis huesos. Angustiada está mi alma; ¿hasta cuándo, Señor, hasta cuándo? Vuélvete, Señor, y sálvame la vida; por tu gran amor, ¡ponme a salvo! En la muerte nadie te recuerda; en el sepulcro, ¿quién te alabará? Cansado estoy de sollozar; toda la noche inundo de lágrimas mi cama, ¡mi lecho empapo con mi llanto! Desfallecen mis ojos por causa del dolor; desfallecen por culpa de mis enemigos. ¡Apártense de mí, todos los malhechores, que el Señor ha escuchado mi llanto! El Señor ha escuchado mis ruegos; el Señor ha tomado en cuenta mi oración. Todos mis enemigos quedarán avergonzados y confundidos; ¡su repentina vergüenza los hará retroceder!


Proverbios 31:
Los dichos del rey Lemuel. Oráculo mediante el cual su madre lo instruyó: "¿Qué pasa, hijo mío? ¿Qué pasa, hijo de mis entrañas? ¿Qué pasa, fruto de mis votos al Señor? No gastes tu vigor en las mujeres, ni tu fuerza en las que arruinan a los reyes. "No conviene que los reyes, oh Lemuel, no conviene que los reyes se den al vino, ni que los gobernantes se entreguen al licor, no sea que al beber se olviden de lo que la ley ordena y priven de sus derechos a todos los oprimidos. Dales licor a los que están por morir, y vino a los amargados; ¡que beban y se olviden de su pobreza! ¡que no vuelvan a acordarse de sus penas! "¡Levanta la voz por los que no tienen voz! ¡Defiende los derechos de los desposeídos! ¡Levanta la voz, y hazles justicia! ¡Defiende a los pobres y necesitados!" Epílogo: Acróstico a la mujer ejemplar Álef - Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará? ¡Es más valiosa que las piedras preciosas! Bet - Su esposo confía plenamente en ella y no necesita de ganancias mal habidas. Guímel - Ella le es fuente de bien, no de mal, todos los días de su vida. Dálet - Anda en busca de lana y de lino, y gustosa trabaja con sus manos. He - Es como los barcos mercantes, que traen de muy lejos su alimento. Vav - Se levanta de madrugada, da de comer a su familia y asigna tareas a sus criadas. Zayin - Calcula el valor de un campo y lo compra; con sus ganancias planta un viñedo. Jet - Decidida se ciñe la cintura y se apresta para el trabajo. Tet - Se complace en la prosperidad de sus negocios, y no se apaga su lámpara en la noche. Yod - Con una mano sostiene el huso y con la otra tuerce el hilo. Caf - Tiende la mano al pobre, y con ella sostiene al necesitado. Lámed - Si nieva, no tiene que preocuparse de su familia, pues todos están bien abrigados. Mem - Las colchas las cose ella misma, y se viste de púrpura y lino fino. Nun - Su esposo es respetado en la comunidad; ocupa un puesto entre las autoridades del lugar. Sámej - Confecciona ropa de lino y la vende; provee cinturones a los comerciantes. Ayin - Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir. Pe - Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor. Tsade - Está atenta a la marcha de su hogar, y el pan que come no es fruto del ocio. Qof - Sus hijos se levantan y la felicitan; también su esposo la alaba: Resh - "Muchas mujeres han realizado proezas, pero tú las superas a todas." Shin - Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza. Tav - ¡Sean reconocidos sus logros, y públicamente alabadas sus obras!


El Libro de Colosenses Capítulo 2 del Nuevo Testamento del Expositor por Jimmy Swaggart:


LA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS
COLOSENSES


CAPÍTULO 2
(64 d.C.)
LA IGLESIA


PORQUE quiero que sepáis cuán gran solicitud tengo por vosotros, y por los que están en Laodicea (preocupación profunda con respecto a la doctrina errónea), y por todos los que nunca vieron mi rostro en la carne (aquéllos en Colosas y Laodicea que no conocieron personalmente a Pablo, como muchos otros en las Iglesias, fue debido a que él no estableció estas Iglesias particulares en Colosas y Laodicea);
2 Para que sean confortados sus corazones (no corresponde al órgano físico, sino más bien al asiento hipotético de las emociones; en efecto, el alma y el espíritu), unidos en amor (declara la única manera en la cual se puede obtener la unidad verdadera), y en todas riquezas de cumplido entendimiento (la idea es que entendamos la "Verdad" de todas las cosas en cuanto a la Palabra de Dios) para conocer el Misterio de Dios el Padre, y de Cristo (presenta a Cristo como aquel Misterio);
3 En El Cual (Cristo) están escondidos todos los tesoros de Sabiduría y Conocimiento. (Indica una refutación directa a los Gnósticos, que afirmaron de otra manera. Los Gnósticos humanizaron a Cristo más de la cuenta y se deificaron.)
LA ENSEÑANZA ERRÓNEA
4 Y esto digo (señala directamente a los falsos maestros), para que nadie os engañe con palabras persuasivas (se refiere a ser engañado por razonamiento sutil).
5 Porque aunque estoy ausente con el cuerpo, no obstante con el espíritu (se refiere al espíritu humano de Pablo) estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro orden, y la firmeza de vuestra Fe en Cristo (habla de "guardar fila," y se refiere a mantener la Fe en la Cruz).
6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo (se refiere a la manera de la Salvación, que es Cristo y Él Crucificado), andad en Él (el comportamiento debe ser ordenado en la esfera de Cristo y la Cruz):
7 Arraigados y sobreedificados en Él (corresponde a un fundamento apropiado), y confirmados en la Fe (en Cristo y la Cruz), así como habéis aprendido (se refiere a los Colosenses que se estaban encaminando bien, pero algunos de ellos estaban considerando el mensaje erróneo de los Gnósticos), creciendo en ella con acción de gracias. (Se refiere al hecho de que el Evangelio de la Cruz, que les había llevado a Cristo, también les había traído beneficios incontables.)
8 Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas (cualquier cosa que separe el Creyente de la Cruz no es de Dios), según las tradiciones de los hombres (cualquier cosa que no sea de la Cruz es de los hombres), conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo. (Si es realmente de acuerdo a Cristo, entonces es de acuerdo a la Cruz.)
9 Porque en Él (Cristo) habita toda la plenitud de la Divinidad corporalmente. (Es la Deidad en cuanto a esencia. Cristo es la realización y la plenitud de la Deidad, y en Él está completo el Creyente.
10 Y en Él estáis cumplidos (la satisfacción de toda necesidad espiritual se encuentra en Cristo, hecho posible por la Cruz), el cual es la Cabeza de todo principado y potestad (Su Dirección se extiende no sólo a la Iglesia, que voluntariamente Lo sirve, sino también a todas las fuerzas que se oponen a Él [Fil. 2:10-11]):
11 En El Cual también sois circuncidados de Circuncisión no hecha con manos (lo que es causado por la Cruz [Rom. 6:3-5]), con el despojamiento del cuerpo de los pecados de la carne en la Circuncisión de Cristo (se refiere a la vieja naturaleza carnal que está derrotada por el Creyente que coloca su Fe totalmente en la Cruz, lo que da al Espíritu Santo libertad de acción para obrar):
12 Sepultados juntamente con Él en el Bautismo (no se refiere al Bautismo en Agua, sino más bien al Creyente bautizado en la muerte de Cristo, que se refiere a la Crucifixión y Cristo como nuestro sustituto [Rom. 6:3-4]), en el cual también resucitasteis con Él, por la Fe de la operación de Dios, Que Le levantó de los muertos. (No se refiere a nuestra futura Resurrección física, sino a la Resurrección espiritual a partir de una condición de perdición a la Vida Divina. Morimos con Él, somos sepultados con Él y fuimos resucitados con Él [Rom. 6:3-5], y aquí está el secreto a toda la victoria espiritual.)
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne (se refiere a la muerte espiritual [es decir, "la separación de Dios"], ¡es lo que hace el pecado!), os vivificó juntamente con Él (se refiere a estar espiritualmente vivo, que se logra cuando es "Nacido de Nuevo"), perdonándoos todos los pecados (la Cruz lo hizo posible para que todo tipo de pecados sean perdonados y quitados);
14 Borrando el acta de las Ordenanzas que nos era contraria (pertenece a la Ley de Moisés, que era el estándar de la Justicia de Dios que el hombre no podía alcanzar), que era contra nosotros (la Ley está en contra de nosotros, simplemente porque somos incapaces de guardar sus preceptos, no importa el esfuerzo que hagamos para guardarlos), quitándola de en medio (se refiere a la pena de la Ley que es quitada) y enclavándola en la Cruz (la Ley con sus decretos fueron abolidos en la Muerte de Cristo, como si fuera Crucificada con Él);
15 Y despojando los principados y las potestades (Satanás y todos sus secuaces fueron derrotados en la Cruz por Cristo que Expió todo el pecado; el pecado era el derecho legal que Satanás tuvo para mantener al hombre en el cautiverio; con todo el pecado expiado, ya no tiene ningún derecho legal para retener a nadie en la esclavitud), Él (Cristo) los sacó a la vergüenza en público (lo que Jesús hizo en la Cruz fue frente al Universo entero), triunfando sobre ellos en la Cruz. (El triunfo está completo y todo fue hecho por nosotros, lo que significa que podemos andar en poder y victoria perpetua debido a la Cruz.)
16 Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de Sábados (al instante que le agregamos una regla u ordenanza a la Obra Terminada de Cristo, ya hemos abrogado la Gracia de Dios):
17 Lo cual es la sombra de lo por venir (la Ley y todas sus observancias sólo fueron destinadas para señalar a Quien había de venir, o sea, Cristo); mas el Cuerpo (la Iglesia) es de Cristo (se refiere "a sustancia y realidad," en comparación con la sombra).
18 Nadie os prive de vuestro premio (se refiere a la doctrina errónea), afectando humildad (se refiere a la autodegradación) y culto a los Ángeles (la enseñanza Gnóstica; ¡esta enseñanza errónea reclamaba que el hombre no podía ir directamente a Dios por medio de Jesucristo, sino más bien debía llegar hasta Dios por mediación de categorías consecutivas de seres intermediarios, es decir, "Ángeles!"), metiéndose en lo que no ha visto (se refiere a salirse de la Palabra revelada de Dios), vanamente hinchado en el sentido de su propia mente carnal (la "mente carnal," lo que significa que no es la Mente de Dios),
19 Y no teniendo la Cabeza (dejar de estar orientado hacia Cristo y a la Cruz lo conducirá al final a la destrucción), de la cual todo el cuerpo, alimentado y unido por las ligaduras y coyunturas (Cristo es la fuente de todo alimento, que nos llega a través de la Cruz), crece con el crecimiento que es de Dios (la Fe apropiada en la Cruz garantiza el crecimiento espiritual).
20 Pues si sois muertos con Cristo (en efecto dice, "considerando el hecho de que usted murió con Cristo") en cuanto a los rudimentos del mundo (el camino del mundo), ¿por qué como si vivieseis al mundo, os sometéis a Ordenanzas (se refiere a la confianza en algo además de Cristo y la Cruz por la Salvación y la Victoria),
21 (Tales como: No manejes; ni gustes; ni aun toques (no hay Salvación ni Victoria en las reglas y regulaciones);
22 Las cuales cosas son todas para destrucción en el uso mismo;) (Se refiere al hecho de que ellas no tienen efecto porque son de origen humano. Por lo tanto, formulan nuevas reglas que no tienen mejores resultados que las antiguas, de ese modo es el hombre.) en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres? (Significa que no es de Dios, y se debe evitar a toda costa.)
23 Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario (se refiere a la adoración concebida y establecida por el hombre, lo que caracteriza la mayoría de la Iglesia moderna), y humildad (humildad falsa), y en duro trato del cuerpo (el cuerpo humano); pero no ayudan a controlar los deseos perversos de la carne. (Todas las observancias ascéticas, mientras tanto apelan a los hombres como indicaciones de sabiduría y piedad superior, no tienen ningún valor como remedios contra la indulgencia sensual. Nada más puede ser resuelta en la Cruz.)



Primera Corintios Capítulo 13:
Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada. Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso. El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá. Porque conocemos y profetizamos de manera imperfecta; pero cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño. Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido. Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.


Hebreos 10:35-12:4
Así que no pierdan la confianza, porque ésta será grandemente recompensada. Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Pues dentro de muy poco tiempo, "el que ha de venir vendrá, y no tardará. Pero mi justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado." Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida. Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos. Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve. Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía. Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó, pero antes de ser llevado recibió testimonio de haber agradado a Dios. En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe. Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba. Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa, porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor. Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa. Así que de este solo hombre, ya en decadencia, nacieron descendientes numerosos como las estrellas del cielo e incontables como la arena a la orilla del mar. Todos ellos vivieron por la fe, y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las reconocieron a lo lejos, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. Al expresarse así, claramente dieron a entender que andaban en busca de una patria. Si hubieran estado pensando en aquella patria de donde habían emigrado, habrían tenido oportunidad de regresar a ella. Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad. Por la fe Abraham, que había recibido las promesas, fue puesto a prueba y ofreció a Isaac, su hijo único, a pesar de que Dios le había dicho: "Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac." Consideraba Abraham que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos, y así, en sentido figurado, recobró a Isaac de entre los muertos. Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú, previendo lo que les esperaba en el futuro. Por la fe Jacob, cuando estaba a punto de morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyándose en la punta de su bastón. Por la fe José, al fin de su vida, se refirió a la salida de los israelitas de Egipto y dio instrucciones acerca de sus restos mortales. Por la fe Moisés, recién nacido, fue escondido por sus padres durante tres meses, porque vieron que era un niño precioso, y no tuvieron miedo del edicto del rey. Por la fe Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la hija del faraón. Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del pecado. Consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa. Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey, pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible. Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre, para que el exterminador de los primogénitos no tocara a los de Israel. Por la fe el pueblo cruzó el Mar Rojo como por tierra seca; pero cuando los egipcios intentaron cruzarlo, se ahogaron. Por la fe cayeron las murallas de Jericó, después de haber marchado el pueblo siete días a su alrededor. Por la fe la prostituta Rahab no murió junto con los desobedientes, pues había recibido en paz a los espías. ¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas, los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones, apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada; sacaron fuerzas de flaqueza; se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. Hubo mujeres que por la resurrección recobraron a sus muertos. Otros, en cambio, fueron muertos a golpes, pues para alcanzar una mejor resurrección no aceptaron que los pusieran en libertad. Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes, e incluso de cadenas y cárceles. Fueron apedreados, aserrados por la mitad, asesinados a filo de espada. Anduvieron fugitivos de aquí para allá, cubiertos de pieles de oveja y de cabra, pasando necesidades, afligidos y maltratados. ¡El mundo no merecía gente así! Anduvieron sin rumbo por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas. Aunque todos obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe, ninguno de ellos vio el cumplimiento de la promesa. Esto sucedió para que ellos no llegaran a la meta sin nosotros, pues Dios nos había preparado algo mejor. Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo. En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre.


Romanos 8:
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, que no vivimos según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu. Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios. Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes. Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa. Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: "¡Abba! ¡Padre!" El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria. De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros. La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios, porque fue sometida a la frustración. Esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto. Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza. ¿Quién espera lo que ya tiene? Pero si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia. Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios. Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó. ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? Así está escrito: "Por tu causa nos vemos amenazados de muerte todo el día; nos tratan como a ovejas destinadas al matadero." Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.

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