24 December 2008

El 24 de Diciembre Lectura Bíblica Diaria


El 24 de Diciembre Lectura Bíblica Diaria:

Génesis 12 a 14:

CAPÍTULO 12
(1921a.C.)
EL CONVENIO ABRAHÁMICO

PERO el Señor había dicho a Abram (que se refiere a la Revelación de la cual había sido dado al Patriarca un corto período de tiempo antes; este Capítulo es muy importante, ya que registra los primeros pasos de este gran Creyente en el camino de la Fe): Vete de tu tierra (separación), y de tu parentela (separación), y de la casa de tu padre (separación), a la tierra que te mostraré (se refiere al hecho de que Abraham no tuvo otra alternativa en el asunto; él iba a recibir sus órdenes del Señor, e ir adonde estas órdenes lo llevarían);
2 Y haré de ti una Nación grande (la Nación que Dios hizo de Abraham ha cambiado el mundo, y existe incluso hasta esta hora; de hecho, esta Nación “Israel” todavía tiene un gran papel que desempeñar, que tendrá lugar en la Edad del Reino venidero), y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre (según Las Escrituras, “bendecir” significa “aumentar;” los constructores de la Torre de Babel intentaron “hacernos un nombre,” mientras que Dios tomó este hombre, quien abandonó todo y “engrandeció su nombre”); y serás bendición. (Se ocupa de la mayor bendición de todo. Es la gloria de la Fe de Abraham. Dios le daría a este hombre el significado de la Salvación, que es la “Justificación por la Fe,” que será producida por medio el Señor Jesucristo y lo que haría Cristo en la Cruz. En cuanto a esto, Jesús dijo de Abraham, “Abraham vuestro padre se gozó por ver Mi día: y lo vio, y se gozó” [Jn. 8:56].)
3 Y bendeciré a los que te bendijeren (bendecir a Israel, o cualquier Creyente, el caso es, garantiza las Bendiciones de Dios), y a los que te maldijeran maldeciré (maldecir a Israel, o a cualquier Creyente, garantiza que uno mismo será maldecido por Dios); y serán benditas en ti todas las familias de la Tierra. (Se refiere a Israel, que surgió de los lomos de Abraham y el vientre de Sara, que daba el mundo la Palabra de Dios y, precisamente, trayendo al Mesías al mundo. Por medio de Cristo, cada familia en el mundo que desea la bendición de Dios puede tener esa Bendición, es decir, “Justificación por la Fe.”)
4 Y se fue Abram, como el Señor le dijo (esto fue su primera entrega; había siete en total: 1. Él rindió su país natal; 2. Él rindió a su familia; 3. Él rindió el valle del Jordán; 4. Él entonces rindió las riquezas de Sodoma; 5. Él rindió a si mismo; 6. A continuación se rindió a Ismael; y por último, 7. Él rindió a Isaac; cada entrega dolorosa fue seguida por una aumento de la riqueza espiritual); y fue con él Lot; y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Jarán (el Espíritu Santo toma nota de la edad de Abraham en su misma salida, lo que significa que la revelación pudiera haber llegado varios años antes).
5 Y tomó Abram a Saray su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos los bienes que ellos habían acumulado, y las almas que habían adquirido en Jarán, y salieron para ir a la tierra de Canaán; y a la tierra de Canaán llegaron. (De Jarán a Canaán fue de aproximadamente 563 kilómetros [350 millas]. Abraham había entrenado a 318 hombres con él [14:14], lo que significa que fueron entrenados para luchar como soldados. De hecho, pudiera haber sido hasta un millar de personas en este entorno.)
6 Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquén, hasta el valle de Moré; y el Cananeo estaba entonces en la tierra. (Abraham el Cananeo odioso, impuro y hostil en la tierra de Dios. Siendo un ejemplo, el joven Creyente espera despues de la conversión encontrar nada en su naturaleza que es hostil a Cristo, pero se siente angustiado y perplejo muy pronto a enterarse dolorosamente que, por desgracia, el Cananeo está en la tierra, y que el tiene que comenzar una batalla que dura por toda la vida con lo que el Nuevo Testamento llama “la carne.” — Williams)
7 Y apareció el Señor a Abram (aunque el Cananeo hostil estaba en la tierra, el Señor estaba allí tambien), y le dijo: A tu simiente daré esta tierra (la “simiente” a través de Isaac y no de Ismael; Satanás ha impugnado esta Promesa desde el principio, con la lucha siguiendo incluso hasta esta misma hora, con respecto a Israel y los Palestinos). Y edificó allí un Altar al Señor, que se le había aparecido. (El “Altar” y su Sacrificio representó al Señor Jesucristo y el precio que Él pagaría en la Cruz para redimir a la humanidad. Las Promesas de Dios a Abraham, como son todas las Promesas de Dios, se edifican sobre la base del “Altar,” es decir, “la Cruz.”)
8 Y se fue de allí a un monte al oriente de Betel y armó su carpa, teniendo a Betel al occidente y Hai al oriente (“Betel” significa “Casa de Dios,” mientras que “Hai” significa “el montón de ruinas”); y edificó allí Altar al Señor e invocó el Nombre del Señor. (El “Altar” y la “carpa” nos dan los dos grandes rasgos del carácter de Abraham. Él era un adorador de Dios, de allí la Cruz, y un extraño en el mundo, de allí la carpa. Nuestras oraciones se basan en nuestra Fe en Cristo y lo que Cristo ha hecho por nosotros en la Cruz, de los cuales el Altar era un Tipo.)
9 Y Abram siguió su viaje de allí, yendo poco a poco hacia el Néguev (“Néguev” fue hacia Egipto, a cual dirección Abraham no debiera haber pasado).

EL VIAJE DE ABRAM A EGIPTO

10 Y hubo hambre en la tierra (¿una hambruna en la tierra de Dios? Les era permitido por el Señor como una prueba de Fe, como todo lo que viene al Creyente es una prueba de Fe), y descendió Abram a Egipto para peregrinar allá (el Señor no llamó a Abram para que fuera a Egipto, sino más bien a Canaán; mejor morirse de hambre en Canaán, que vivir en el lujo en Egipto); porque era grande el hambre en la tierra.
11 Y aconteció que cuando estaba para entrar en en Egipto (no es possible entrar en Egipto, en sentido espiritual, sin participar de Egipto), dijo a Saray su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer hermosa de vista (ahora comienza la repugnante imagen de la despreciable cobardía abjecta):
12 Y será que cuando te habrán visto los Egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida.
13 Ahora pues, di que eres mi hermana: para que yo haya bien por causa tuya, y viva mi alma por amor de ti. (Dios tenía un Plan: el Plan para Abraham y Sara fue para traer a un hijo al mundo, por medio del cual en ultima instancia, el Mesías, el Redentor del mundo, vendría. Satanás tenía un plan: ese plan fue para frustrar el Plan de Dios, y de hacerlo por medio de la debilidad de Abraham. Abraham tenía un plan: pero ahora el plan de Abraham no es el Plan de Dios, sino más bien un plan de engaño, del cual Dios nunca honrará.)

ABRAM ENGAñA AL FARAÓN

14 Y aconteció que, como entró Abram en Egipto, los Egipcios vieron la mujer que era hermosa en gran manera.
15 La vieron también los príncipes de Faraón, y se la alabaron al Faraón; y fue llevada la mujer a casa de Faraón. (“Faraón” fue el título oficial de los reyes de Egipto. El Monarca particular que ocupó el trono Egipcio en el momento de la llegada de Abraham se cree que ha sido “Necao;” con algunos que se creían que posiblemente era ramasemenes.” Sara fue llevado a la casa de Faraón con el fin de que ella llegara a ser la madre de un niño del rey Epigcio, frustrando así la Promesa Mesiánica hecha a Abraham. Ese fue el plan de Satanás.)
16 Y él (Faraón) hizo bien a Abram por causa de ella; y tuvo ovejas, y vacas, y asnos, y siervos, y criadas, y asnas, y camellos (todo esto Faraón dio a Abraham; las riquezas que él acquirió no eran nada en comparación con las riquezas que estaba por perderse).
17 Mas el Señor hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Saray mujer de Abram. (En Canaán, Abraham fue una bendición; en la tierra de Egipto, él es una maldición. En el camino de la fe, el Cristiano también es una bendición para él, pero en el camino de la obstinación, una maldición.)
18 Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo (la manera en que Faraón se enteró de que las plagas afligían a su casa fueron a causa de Sara, no nos dijo; Sara era inocente en esto, la culpa fue de parte de Abraham): ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer? (Abraham había dicho a los que estaban en representación a Faraón de que Sara era su hermana. De hecho, se trataba de una media verdad. Ella era la hija de su padre, pero no la hija de su madre [20:2-12]. Pero debido a su intención de engañar Dios miró a este episodio como una “mentira.”)
19 ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora pues, he aquí tu mujer, tómala y vete (a causa del engaño de Abraham, este príncipe pagano apresura a botar a este varón de Dios fuera de su tierra como si él hubiera espantado y echado fuera una pestilencia; no era el momento mejor de Abraham).
20 Entonces Faraón dio orden a su gente acerca de él (Abram); y le acompañaron, y a su mujer, con todo lo que él tenía (el poderoso Faraón vio el Poder de Dios, aunque de manera negativa; que efecto tuvo sobre el, fuera de lo que vemos en Las Escrituras, no nos dice).

CAPÍTULO 13
(1918 a.C.)
EL REGRESO A CANAÁN

SUBIÓ, pues, Abram de Egipto hacia (de) el Néguev (si Abraham “bajaba” a Egipto en 12:10, la Gracia le lleva a “subir” de Egipto, según consta en este Versículo; dejaron el sur para ir hacia el norte, de vuelto a Canaán), él y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lot.
2 Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y oro (éstas fueron las Bendiciones de Dios, pero no compensarán por su lapso de Fe).
3 Y volvió por sus jornadas de la parte del Néguev hacia Betel, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Betel y Hai;
4 Al lugar del Altar, que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el Nombre del Señor. (Volvió a la cumber del monte donde su carpa habia estado al comienzo, y alli, sin duda, con lagrimas y vergüenza, el llamo por medio del Sacrificio al Nombre del Señor. Sus reincidencias fueron perdonadas, su alma fue restaurada, y resume su verdadera vida como un peregrino y un adorador con su carpa y su Altar, ninguno de los cuales el tenía en Egipto. Hasta que el Creyente se vuelve a la Cruz, del cual el Altar es un Tipo, la verdadera Restauración no se puede encontrar.)

ABRAM Y LOT

5 Y asimismo Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, y vacas, y carpas (Lot no parece darse cuenta de que sus bendiciones eran estrictamente debido a Abraham).
6 Y la tierra no podía sostenerlos para que habitaran juntos; porque era mucha su hacienda, y no podían morar en un mismo lugar. (Las sustancia del mundo generalmente causa problemas, incluso como lo hizo aquí. Hubo luchas en la Iglesia. De hecho, la “Iglesia” de ese día consistió en las familias de Abraham y Lot, al menos en la medida de lo que sabemos.)
7 Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot: Y el Cananeo y el Ferezeo habitaban entonces en la tierra. (La lucha no produjo más de la mundanalidad en Lot que esa produjo la fe en Abraham; sólo manifestaba, en el caso de cada uno, lo que realmente existio en ellos. El Cananeo y el Ferezeo observaron esta “lucha,” como siempre observan tal. ¿Qué vieron?)
8 Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre mí y ti, entre mis pastores y los tuyos, porque somos Hermanos. (La inclinación hacia Sodoma está empezando a ejercer su influencia en el corazón de Lot. Esta “inclinación” exige sus “derechos,” que exige poder elegir por si mismo, que, al mismo tiempo, significa que no confia en Dios para hacer la selección.)
9 ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda. (Fue una prueba tanto para Abraham como para Lot.)
10 Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, antes que destruyese el Señor a Sodoma y a Gomorra, como el Huerto del Señor, como la tierra de Egipto en la dirección a Zoar (“la codicia de los ojos”).
11 Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y partió Lot al oriente, y se apartaron el uno del otro. (Lot no parece darse cuenta, así como no se dan cuenta la mayoría, que él fue bendecido por Dios a causa de Abraham. Él debiera decirle a Abraham, que todo lo que el Patriarca deseara, es lo que él deseaba. Pero en lugar de ello, él eligió para sí, y como el futuro demostrara, eligió muy imprudentemente. Cuando se separó de Abraham, se separó de la Bendición.)
12 Abram se asentó en la tierra de Canaán, y Lot se asentó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus carpas hasta llegar a Sodoma. (Lento pero seguro, la obstinación de Lot le lleva hacia la destrucción, incluso como la obstinación siempre hace.)
13 Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores delante del Señor en gran manera (el Espíritu Santo por medio de Moisés, mientras él escribió el texto, es muy presto para caracterizar Sodoma y sus habitantes).

EL CONVENIO

14 Y el Señor dijo a Abram, después que Lot se separó de él (lo más pronto que Lot salió, Dios se acerca a Abraham): Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte, y al sur, y al oriente, y al occidente (el Señor le dice a Abraham que las Promesas se les dan a él y no a Lot);
15 Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. (Los Palestinos modernos deben ver detenidamente esta declaración, “Y a tu simiente para siempre.”)
16 Y haré tu simiente como el polvo de la tierra (Sara es estéril, y sin embargo Dios promete un número más allá de la comprensión): que si alguno podrá contar el polvo de la tierra, también tu simiente será contada. (Esto incluye no sólo los Judíos que sirven al Señor, sino también todos los Creyentes Gentiles que jamás hayan vivido.)
17 Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti te la daré (este es el caminar de Fe).
18 Y Abram, pues, removiendo su carpa, vino y moró en el encinar de Mamré, que es en Hebrón, y edificó allí Altar al Señor. (No hubo Altar en Sodoma, que escogió Lot. Todos los que viajan en esa dirección están en busca de algo muy distinto que eso. Nunca es la adoración de Dios, sino el amor al mundo que los lleva allí. Abraham construyó un Altar al Señor, que significa que su Fe se restableció en Cristo, y lo que Cristo iba a ser para redimir la humanidad por medio de morir en la Cruz. Hebrón fue de unos 35 kilometros [22 millas] al sur de Jerusalén, hacia Berseba.)

CAPÍTULO 14
(1913 a.C.)
ABRAM RESCATA A LOT

Y ACONTECIÓ los días de Amrafel rey de Sinar, Arioc, rey de Elasar, Quedorlaómer, rey de Elam, y Tidal rey de naciones; (Si es de notarse, el Espíritu de Dios se ocupa con los movimientos de “los reyes y sus ejércitos” solo cuando tales movimientos son de cualquier modo relacionados con el pueblo de Dios; de lo contrario, ¡son de poca importancia!)
2 Que éstos hicieron guerra contra Bera, rey de Sodoma, y contra Birsá, rey de Gomorra, y contra Sinab, rey de Admá, y contra Semeber, rey de Zeboyín, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar.
3 Todos éstos se juntaron en el valle de Sidín, que es el mar salado.
4 Doce años habían servido a Quedorlaómer, y al décimotercer año se rebelaron. (Estos cinco reyes habían sido gobernados por Quedorlaómer por una docena de años, y ahora se rebelaron.)
5 Y en año decimocuarto vino Quedorlaómer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los Refaítas en Astarot Carnayin, a los Zuzitas en Jam, y a los Emitas en Save Quiriatayin,
6 Y a los Horeos en el monte de Seír, hasta la llanura de Parán, que está junto al desierto. (En los nombres “Refaitas,” “Zuzitas,” y “Emitas,” y posiblemente incluso los “Horeos,” tenemos una vez más, la entrada de los gigantes, que era un producto de la unión de ángeles caídos y las mujeres [6:4]. Independientemente de su tamaño, “Chedorlaomer” los derrotó.)
7 Y volvieron y vinieron a Enmispat, que es Cades, y devastaron todas las haciendas de los Amalecitas, y también a los Amorreos, que habitaban en Jazezón Tamar.
8 Y salió el rey de Sodoma, y el rey de Gomorra, y el rey de Admá, y el rey de Zeboyín, y el rey de Bela (que es Zoar;) y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidín;
9 Es a saber, contra Quedorlaómer, rey de Elam, y Tidal, rey de naciones, y Amrafel, rey de Sinar, y Arioc, rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco. (Tenemos en el Versículo 8 la mención de Sodoma, donde Lot habitó, y que incita el interés de Jehová, y señala el motivo por el cual está incluido en estos Pasajes. Es evidente del Texto que Lot no estaba en absoluto en relación apropiada con el Señor; sin embargo, el Señor, a pesar de ese hecho, siguió vigilando cada uno de sus movimientos, y en efecto, ejerció una forma de seguridad y protección para con él, a pesar de que él había trasladado a vivir con los Sodomitas. Todos los Creyentes deben comprender el significado de todo esto. Tú fuiste comprador por precio; ese precio es la Sangre derramada del Señor Jesucristo.)
10 Y el valle de Sidín estaba lleno de pozos de betún; y huyeron el rey de Sodoma y el rey de Gomorra, y cayeron allí; y los demás huyeron al monte.
11 Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra y todos sus víveres, y se fueron.
12 Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron. (Lot, en su posición comprometedora, no pudo liberar a Sodoma ni a sí mismo. La única forma de ayudar y bendecir el mundo es vivir separado de él, en compañerismo con Dios.)
13 Y vino uno de lo que escaparon y los denunció a Abram el Hebreo, que habitaba en el valle de Mamré el Amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner los cuales estaban confederados con Abram.
14 Y oyó Abram que su sobrino estaba prisonero, y armó sus criados, los criados de su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.
15 Y se derramó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y los hirió, y los siguió hasta Hobá, que está a la izquierda de Damasco.
16 Y recobró todos los bienes, y también a Lot su hermano y sus bienes, y también las mujeres y el pueblo. (Abraham hubiera tenido poco interés en los acontecimientos, si no hubiera sido por Lot. Se oye que Lot fue tomado prisonero, y comienza a rescatarlo. Con respecto a esto, Mackintosh dice: “Las afirmaciones de la angustia de un hermano fueron contestadas por las afecciones del corazón de un hermano. Esto es Divino. La Fe Genuina, mientras siempre nos hace independientes, nunca nos hace indiferentes. Nunca se envolvería a sí mismo en su vellón, mientras que un hermano sufre escalorfríos en el frío.”)

Melquisedec

17 Y salió el rey de Sodoma a recibirlo (Abraham) cuando volvía de la derrota de Quedorlaómer, y de los reyes que con él estaban, al valle de Save, que es el valle del rey. (Como veremos aquí, no hay un momento tan peligroso para el Cristiano como la mañana después de una gran victoria espiritual.)
18 Entonces Melquisedec (este hombre aparece en la escena, quien es un Rey y un Sacerdote y, sobre todo, es un Tipo de Cristo [Sal. 110:4; Heb. 5:5-6]; algunos Eruditos creen que Melquisedec pudiera haber sido en realidad Sem, el hijo de Noé; Sem estaba vivo en este momento, y en realidad, vivió unos 60 años más; de hecho, algunos creen que murió cuando Abraham era de unos 150 años de edad; su nombre significa, “Rey de Justicia” y “Rey de Paz” [Heb. 7:2]) rey de Salem (Jerusalén) sacó pan y vino (el “pan y el vino” simboliza el Cuerpo roto y la Sangre derramada de nuestro Señor, que era necesario para la Salvación de la humanidad [Mat. 26:29; Marc., cap. 14; Luc. 22:15; Rom. 8:21]); el cual era Sacerdote del Dios Altísimo. (Melquisedec, como un Sacerdote, simbolizaba el Cristo venidero, Quien es nuestro Gran Sumo Sacerdote [Heb. 7:15-17]. David profetizó, cerca de mil años después de Abraham, “juró el Señor, y no se arrepintirá: Tú [Cristo] eres Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec” [Sal. 110:4]. Abraham se presenta aquí a Dios por un nombre diferente del cual él había conocido, “El Elyón,” que significa “el Dios Altísimo.”)
19 Y él (Melquisedec) le bendijo (Abraham), y dijo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, Poseedor de los cielos y la Tierra: (al bendecir Melquisedec a Abraham significa que la posición del Melquisedec era mayor que la de Abraham. ¿La razón? Melquisedec era un Tipo de Cristo [Heb. 7:4, 7].)
20 Y bendito sea el Dios Altísimo, Que entregó a tus enemigos en tu mano. (Encontramos aquí que Melquisedec no se presentó cuando Abraham fue en busca de Chedorla-omer, sino cuando el rey de Sodoma fue en busca de Abraham. Esto hace una gran diferencia moral. Mackintosh dice: “Un mayor carácter de comunión se requería para satisfacer el carácter más profundo del conflicto.”) Y le dio Abram los diezmos de todo. (Esta es la primera vez que se menciona los “diezmos” en Las Escrituras. Se refiere a una décima parte. Abraham pagó los diezmos a Melquisedec, quien era un Tipo de Cristo; por consiguiente, los hijos de Abraham, que constituyen actualmente la Iglesia, deben seguir pagando el diezmo para los que llevan a cabo la Obra de Dios.)

LA TENTACIÓN

21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes. (Satanás ahora usa el rey de Sodoma, intentando atraer a Abraham en su red. Se utilizaría el dinero para hacerlo.)
22 Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano al Señor, Dios Altísimo, Poseedor de los cielos y de la Tierra (el rey de Sodoma puede haber propuesto una especie de fusión con Abraham; pero el Patriarca declara a todo los interesados que su lealtad es total y completamente “al Señor, Dios Altísimo, el Poseedor de los cielos y de la Tierra”; en esto, declara el hecho de que él no está en la tutela de nadie, pero al mismo tiempo amable para con todos los hombres),
23 Que desde un hilo hasta la correa de un calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram (la tentación es fuerte, y en más de una forma, sin embargo, el Patriarca pasa la prueba con éxito rotundo);
24 Sacando solamente lo que comieron los jóvenes, y la porción de los varones que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamré; los cuales tomarán su parte. (Abraham se aferró a un norma de un nivel mucho más alto que aquéllos que le rodearon. Si bien no fue un problema para ellos tomar algo de los bienes, el no pudo tomar ni hasta una “correa de calzado.” Actualmente el hombre de Dios debe entender la lección que se enseña aquí, mientras que estamos en el mundo, nunca debemos ser del mundo.)



Salmo 75:
Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias e invocamos tu nombre; ¡todos hablan de tus obras portentosas! Tú dices: "Cuando yo lo decida, juzgaré con justicia. Cuando se estremece la tierra con todos sus habitantes, soy yo quien afirma sus columnas." * Selah. "No sean altaneros", digo a los altivos; "No sean soberbios", ordeno a los impíos; "No hagan gala de soberbia contra el cielo, ni hablen con aires de suficiencia." La exaltación no viene del oriente, ni del occidente ni del sur, sino que es Dios el que juzga: a unos humilla y a otros exalta. En la mano del Señor hay una copa de espumante vino mezclado con especias; cuando él lo derrame, todos los impíos de la tierra habrán de beberlo hasta las heces. Yo hablaré de esto siempre; cantaré salmos al Dios de Jacob. Aniquilaré la altivez de todos los impíos, y exaltaré el poder de los justos.



Proverbios 1:
Proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel: para adquirir sabiduría y disciplina; para discernir palabras de inteligencia; para recibir la corrección que dan la prudencia, la rectitud, la justicia y la equidad; para infundir sagacidad en los inexpertos, conocimiento y discreción en los jóvenes. Escuche esto el sabio, y aumente su saber; reciba dirección el entendido, para discernir el proverbio y la parábola, los dichos de los sabios y sus enigmas. El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina. Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las enseñanzas de tu madre. Adornarán tu cabeza como una diadema; adornarán tu cuello como un collar. Hijo mío, si los pecadores quieren engañarte, no vayas con ellos. Éstos te dirán: "¡Ven con nosotros! y démonos el gusto de matar a algún incauto; traguémonos a alguien vivo, como se traga el sepulcro a la gente; devorémoslo entero, como devora la fosa a los muertos. Obtendremos toda clase de riquezas; con el botín llenaremos nuestras casas. Comparte tu suerte con nosotros, y compartiremos contigo lo que obtengamos." ¡Pero no te dejes llevar por ellos, hijo mío! ¡Apártate de sus senderos! Pues corren presurosos a hacer lo malo; ¡tienen prisa por derramar sangre! De nada sirve tender la red a la vista de todos los pájaros, pero aquéllos acechan su propia vida y acabarán por destruirse a sí mismos. Así terminan los que van tras ganancias mal habidas; por éstas perderán la vida. Clama la sabiduría en las calles; en los lugares públicos levanta su voz. Clama en las esquinas de calles transitadas; a la entrada de la ciudad razona: "¿Hasta cuándo, muchachos inexpertos, seguirán aferrados a su inexperiencia? ¿Hasta cuándo, ustedes los insolentes, se complacerán en su insolencia? ¿Hasta cuándo, ustedes los necios, aborrecerán el conocimiento? Respondan a mis reprensiones, y yo les abriré mi corazón; les daré a conocer mis pensamientos. Como ustedes no me atendieron cuando los llamé, ni me hicieron caso cuando les tendí la mano, sino que rechazaron todos mis consejos y no acataron mis reprensiones, ahora yo me burlaré de ustedes cuando caigan en desgracia. cuando les sobrevenga el miedo, cuando el miedo les sobrevenga como una tormenta y la desgracia los arrastre como un torbellino. "Entonces me llamarán, pero no les responderé; me buscarán, pero no me encontrarán. Por cuanto aborrecieron el conocimiento y no quisieron temer al Señor; por cuanto no siguieron mis consejos, sino que rechazaron mis reprensiones, cosecharán el fruto de su conducta, se hartarán con sus propias intrigas; ¡su descarrío e inexperiencia los destruirán, su complacencia y *necedad los aniquilarán! Pero el que me obedezca vivirá tranquilo, sosegado y sin temor del mal."



El Libro de Primera Corintios Capítulo 5 del Nuevo Testamento del Expositor por Jimmy Swaggart:
LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS

CAPÍTULO 5
(59 d.C.)
ESTÁNDARES MORALES

DE cierto se oye que hay entre vosotros fornicación (la fornicación se refiere a todo tipo de inmoralidad; al parecer había sido más general que sólo uno o dos casos), y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los Gentiles (esta inmoralidad no era común entre los Gentiles), tanto que alguno tenga la mujer de su padre (se refiere a la madrastra del hombre; además parece que el Padre estaba vivo [II Cor. 7:12]).
2 Y vosotros estáis orgullosos (parece que algunos intentaban decir que eso era permitido bajo el pretexto de la libertad Cristiana), y no tuviste más bien duelo (presenta lo que debería haber sido la norma, pero aparentemente no fue así), para que fuese quitado de en medio de vosotros el que hizo tal obra (la idea es que la persona se arrepienta, para cesar tal actividad o ser excluido de la confraternidad).

EL JUICIO DEL PECADO

3 Y ciertamente, como ausente en el cuerpo, mas presente en espíritu (aunque él no esté presente personalmente en Corinto, la dirección que él daría ahora aún debe tomarse seriamente como si estuviera presente personalmente), ya como presente he juzgado, al que esto así ha cometido. (No contradice, como algunos piensan, a las instrucciones de Jesús de no juzgar [Mat. 7:1-5]. Pablo juzga una acción, así como todos los Creyentes son llamados a juzgar, es decir, “el Fruto” [Mat. 7:15-20].)
4 En el Nombre del Señor nuestro Jesucristo (Cristo como la Cabeza de la Iglesia), juntados vosotros (presenta la autoridad de la Iglesia local) y mi espíritu (Pablo se encuentra allí en espíritu, aunque no podía estar allí en carne), con la facultad de nuestro Señor Jesucristo. (La autoridad está en el “Nombre,” y el “Poder” está en la Persona de Cristo. Esto Lo reconoce totalmente como la Cabeza de la Iglesia.)
5 El tal sea entregado (el que está cometiendo el pecado del incesto) a Satanás para muerte de la carne (se refiere a que cese de orar por esa persona, y se puede lograr por el Cuerpo local, si la Iglesia está correcta en su posición; Dios no va a honrar lo indebido que cometería la Iglesia o una persona), para que el espíritu sea salvo en el Día del Señor Jesús (se espera que tal acción hará que la persona se arrepienta).

LA LEVADURA

6 No es buena vuestra jactancia (esta gente había tomado la libertad por licencia). ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? (La levadura es figurativa, aunque es minúscula en cantidad, pero lo impregna todo en su fuerza de penetración.)
7 Limpiad pues la vieja levadura (expresado en terminología del Antiguo Convenio, pero con el mismo sentido transmitido en el corazón y vida de los Creyentes del Nuevo Testamento), para que seáis nueva masa (comience a comportarse como lo que es, “una nueva creación”), como sois sin levadura (la condición que alguien tiene en Cristo; es nuestra “posición”; es asunto del Espíritu elevar nuestra “condición” hasta a la altura de nuestra “posición”). Porque nuestra Pascua, que es Cristo, fue Sacrificada por nosotros (el Creyente puede tener victoria sobre el pecado al colocar su Fe exclusivamente en la Cruz de Cristo, cuyo Sacrificio trató con todo el pecado):
8 Así que hagamos fiesta (tiene la intención de servir como un símbolo de la Pascua Judaica, en que toda la levadura fue purgada de la casa), no en la vieja levadura (pecados cometidos antes de la conversión), ni en la levadura de malicia y de maldad (se refiere a los caminos del mundo de los cuales el Hijo de Dios ha sido liberado); sino en el pan no leudado de la sinceridad y de la verdad (sólo puede ser alcanzado por la Fe que se fija únicamente en el Sacrificio de Cristo).

RELACIONES SOCIALES

9 Os he escrito por Carta (se refiere a una carta anterior escrita a la Iglesia de Corinto, que se había perdido), que no os estáis en compañía con los fornicarios (en realidad quiere decir, “no mezclarse entre”):
10 No absolutamente con los fornicarios de este mundo (reconoce la diferencia entre aquellos en el mundo y aquellos en la Iglesia), o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo (comercio y actividad normal con aquellos que son inconversos, que es diferente a aquellos que profesan a Cristo).
11 Mas ahora os he escrito que no os estáis en compañía (los Creyentes no deben hacer la vista gorda de tal actividad inmoral en otros Cristianos, considerando que ellos rehusan arrepentirse), es a saber, que si alguno llamándose hermano fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador (claramente nos dice que muchos se llamarán “Cristianos” o “Hermanos,” que practican estos tipos de pecados), con el tal ni aun comáis (se refiere más a la Cena del Señor que ninguna otra cosa).
12 Porque ¿acaso me corresponde a mí juzgar a los que están fuera? (La idea es que no tenemos ningún derecho de aplicar estos estándares a la gente que no ha profesado a Cristo como el Salvador.) ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? (Como Creyentes, tenemos tela de que cortar sin la necesidad de llamar a los incrédulos a la tarea. No es nuestra obligación.)
13 Porque a los que están fuera (los inconversos), Dios juzgará (por eso dejemos a los que no son redimidos a Él). Quitad pues a ese malvado de entre vosotros (si el Creyente no se arrepiente de la maldad evidente, y nos referimos a los pecados vergonzosos, entonces aquella persona debe ser echada de la confraternidad).


Primera Corintios Capítulo 13:
Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada. Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso. El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá. Porque conocemos y profetizamos de manera imperfecta; pero cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño. Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido. Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.


Hebreos 10:35-12:4
Así que no pierdan la confianza, porque ésta será grandemente recompensada. Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Pues dentro de muy poco tiempo, "el que ha de venir vendrá, y no tardará. Pero mi justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado." Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida. Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos. Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve. Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía. Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó, pero antes de ser llevado recibió testimonio de haber agradado a Dios. En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe. Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba. Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa, porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor. Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa. Así que de este solo hombre, ya en decadencia, nacieron descendientes numerosos como las estrellas del cielo e incontables como la arena a la orilla del mar. Todos ellos vivieron por la fe, y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las reconocieron a lo lejos, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. Al expresarse así, claramente dieron a entender que andaban en busca de una patria. Si hubieran estado pensando en aquella patria de donde habían emigrado, habrían tenido oportunidad de regresar a ella. Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad. Por la fe Abraham, que había recibido las promesas, fue puesto a prueba y ofreció a Isaac, su hijo único, a pesar de que Dios le había dicho: "Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac." Consideraba Abraham que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos, y así, en sentido figurado, recobró a Isaac de entre los muertos. Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú, previendo lo que les esperaba en el futuro. Por la fe Jacob, cuando estaba a punto de morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyándose en la punta de su bastón. Por la fe José, al fin de su vida, se refirió a la salida de los israelitas de Egipto y dio instrucciones acerca de sus restos mortales. Por la fe Moisés, recién nacido, fue escondido por sus padres durante tres meses, porque vieron que era un niño precioso, y no tuvieron miedo del edicto del rey. Por la fe Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la hija del faraón. Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del pecado. Consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa. Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey, pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible. Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre, para que el exterminador de los primogénitos no tocara a los de Israel. Por la fe el pueblo cruzó el Mar Rojo como por tierra seca; pero cuando los egipcios intentaron cruzarlo, se ahogaron. Por la fe cayeron las murallas de Jericó, después de haber marchado el pueblo siete días a su alrededor. Por la fe la prostituta Rahab no murió junto con los desobedientes, pues había recibido en paz a los espías. ¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas, los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones, apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada; sacaron fuerzas de flaqueza; se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. Hubo mujeres que por la resurrección recobraron a sus muertos. Otros, en cambio, fueron muertos a golpes, pues para alcanzar una mejor resurrección no aceptaron que los pusieran en libertad. Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes, e incluso de cadenas y cárceles. Fueron apedreados, aserrados por la mitad, asesinados a filo de espada. Anduvieron fugitivos de aquí para allá, cubiertos de pieles de oveja y de cabra, pasando necesidades, afligidos y maltratados. ¡El mundo no merecía gente así! Anduvieron sin rumbo por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas. Aunque todos obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe, ninguno de ellos vio el cumplimiento de la promesa. Esto sucedió para que ellos no llegaran a la meta sin nosotros, pues Dios nos había preparado algo mejor. Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo. En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre.


Romanos 8:
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, los que no vivan según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, que no vivimos según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu. Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios. Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes. Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa. Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: "¡Abba! ¡Padre!" El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria. De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros. La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios, porque fue sometida a la frustración. Esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto. Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza. ¿Quién espera lo que ya tiene? Pero si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia. Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios. Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó. ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? Así está escrito: "Por tu causa nos vemos amenazados de muerte todo el día; nos tratan como a ovejas destinadas al matadero." Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.

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