El 7 de junio Lectura Bíblica Diaria
Salmo 25:
Álef - A ti, Señor, elevo mi alma; Bet - mi Dios, en ti confío; no permitas que sea yo humillado, no dejes que mis enemigos se burlen de mí. Guímel - Quien en ti pone su esperanza jamás será avergonzado; pero quedarán en vergüenza los que traicionan sin razón. Dálet - Señor, hazme conocer tus caminos; muéstrame tus sendas. He - ¡Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador; Vav - ¡en ti pongo mi esperanza todo el día! Zayin - Acuérdate, Señor, de tu ternura y gran amor, que siempre me has mostrado; Jet - olvida los pecados y transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor, porque tú, Señor, eres bueno. Tet - Bueno y justo es el Señor; por eso les muestra a los pecadores el camino. Yod - Él dirige en la *justicia a los humildes, y les enseña su camino. Caf - Todas las sendas del Señor son amor y verdad para quienes cumplen los preceptos de su pacto. Lámed - Por amor a tu *nombre, Señor, perdona mi gran iniquidad. Mem - ¿Quién es el hombre que teme al Señor? Será instruido en el mejor de los caminos. Nun - Tendrá una vida placentera, y sus descendientes heredarán la tierra. Sámej - El Señor brinda su amistad a quienes le honran, y les da a conocer su pacto. Ayin - Mis ojos están puestos siempre en el Señor, pues sólo él puede sacarme de la trampa. Pe - Vuelve a mí tu rostro y tenme compasión, pues me encuentro solo y afligido. Tsade - Crecen las angustias de mi corazón; líbrame de mis tribulaciones. Qof - Fíjate en mi aflicción y en mis penurias, y borra todos mis pecados. Resh - ¡Mira cómo se han multiplicado mis enemigos, y cuán violento es el odio que me tienen! Shin - Protege mi vida, rescátame; no permitas que sea avergonzado, porque en ti busco refugio. Tav - Sean mi protección la integridad y la rectitud, porque en ti he puesto mi esperanza. ¡Libra, oh Dios, a Israel de todas sus angustias!
Proverbios 19:
Más vale pobre e intachable que necio y embustero. El afán sin conocimiento no vale nada; mucho yerra quien mucho corre. La necedad del hombre le hace perder el rumbo, y para colmo se irrita contra el Señor. Con las riquezas aumentan los amigos, pero al pobre hasta su amigo lo abandona. El testigo falso no quedará sin castigo; el que esparce mentiras no saldrá bien librado. Muchos buscan congraciarse con los poderosos; todos son amigos de quienes reparten regalos. Si al pobre lo aborrecen sus parientes, con más razón lo evitan sus amigos. Aunque los busca suplicante, por ninguna parte los encuentra. El que adquiere cordura a sí mismo se ama, y el que retiene el discernimiento prospera. El testigo falso no quedará sin castigo; el que difunde mentiras perecerá. No va bien con el necio vivir entre lujos, y menos con el esclavo gobernar a los príncipes. El buen juicio hace al hombre paciente; su gloria es pasar por alto la ofensa. Rugido de león es la ira del rey; su favor es como rocío sobre el pasto. El hijo necio es la ruina del padre; la mujer pendenciera es gotera constante. La casa y el dinero se heredan de los padres, pero la esposa inteligente es un don del Señor. La pereza conduce al sueño profundo; el holgazán pasará hambre. El que cumple el mandamiento cumple consigo mismo; el que descuida su conducta morirá. Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones. Corrige a tu hijo mientras aún hay esperanza; no te hagas cómplice de su muerte. El iracundo tendrá que afrontar el castigo; el que intente disuadirlo aumentará su enojo. Atiende al consejo y acepta la corrección, y llegarás a ser sabio. El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor. De todo hombre se espera lealtad. Más vale ser pobre que mentiroso. El temor del Señor conduce a la vida; da un sueño tranquilo y evita los problemas. El perezoso mete la mano en el plato, pero es incapaz de llevarse el bocado a la boca. Golpea al insolente, y se hará prudente el inexperto; reprende al entendido, y ganará en conocimiento. El que roba a su padre y echa a la calle a su madre es un hijo infame y sinvergüenza. Hijo mío, si dejas de atender a la corrección, te apartarás de las palabras del saber. El testigo corrupto se burla de la justicia, y la boca del malvado engulle maldad. El castigo se dispuso para los insolentes, y los azotes para la espalda de los necios.
El Libro de II Timoteo Capítulo 3 del Nuevo Testamento del Expositor por Jimmy Swaggart:
LA SEGUNDA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A
TIMOTEO
CAPÍTULO 3
(66 d.C.)
LA APOSTASÍA
ESTO también sepas, que en los postreros días (los días en que hoy vivimos) vendrán tiempos peligrosos. (Tiempos peligrosos y difíciles, es el tiempo antes del Arrebatamiento.)
2 Que habrá hombres (los que afirman ser Cristianos) amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, calumniadores, desobedientes a los padres, ingratos, sin santidad,
3 Sin afecto, desleales, maldicientes, desenfrenados, crueles, aborrecedores de lo bueno,
4 Traidores, impetuosos, hinchados, amadores de los deleites más que de Dios (y recuerde, está describiendo la Iglesia de los días postreros, la cual ha sido corrompida [Mat. 13:33; Apoc. 3:14-22]);
5 Aparentarán tener la Piedad (se refiere a toda la ostentación del Cristianismo, pero sin el poder), mas habiendo negado la eficacia de ella (la Iglesia moderna, sobre todo, ha negado la Cruz; al hacer esto, han rechazado la obra del Espíritu Santo y donde reside el poder [Rom. 8:1-2, 11; I Cor. 1:18]): y a éstos evita. (No debe adoptar medida poco eficaz. ¡El mandato es claro! Quiere decir apartarse de las Iglesias que niegan o ignoran la Cruz.)
6 Porque de éstos son los que se entran por las casas (revela los métodos de los falsos maestros), y llevan cautivas las mujercillas cargadas de pecados, llevadas de diversas pasiones (a causa de Eva cediendo a la tentación y al engaño, las mujeres son presas más fáciles a estos falsos maestros; la idea es que "las mujeres bobas" apoyarán a estos falsos maestros, y lo harán espléndidamente; son atraídas a estos falsos Predicadores por "diversas pasiones"),
7 Que siempre aprenden (expresa el hecho de que aprenden lo erróneo), y nunca pueden acabar de llegar al cabal conocimiento de la Verdad. (Indica el hecho de que en realidad no quieren la Verdad.)
8 Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés ([Éx. 7:11-12], los nombres de estos hombres se encuentran en el Tárgum de Jonatán), así también estos resisten a la Verdad (se les han mostrado la Verdad, pero han rechazado la Verdad, lo cual hicieron a propósito; corresponde al rechazo de la Cruz de Cristo): hombres de mente corrompida, réprobos acerca de la Fe. (Si no es "Cristo y Él Crucificado," entonces es corrupto y réprobo [I Cor. 2:2].)
9 Mas no prevalecerán (significa que el Espíritu Santo permitirá que este error hasta cierto punto, y nada más): porque su insensatez será manifiesta a todos (finalmente el error quedará al descubierto a lo que en realidad es porque el Evangelio Verdadero es más poderoso), como también lo fue la de aquéllos (se refiere a los dos hombres que intentaron oponerse a Moisés).
PABLO
10 Pero tú has comprendido mi doctrina (mejor traducido, "Pero en cuanto a ti, a diferencia de otros, has comprendido totalmente mi Doctrina"), instrucción, intento, fe, perseverancia, amor, paciencia (Timoteo conocía bien el ejemplo de Pablo, lo que el Evangelio había obrado en su vida),
11 Persecuciones, aflicciones, cuales me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra (presenta las Iglesias fundadas en estas regiones a un gran precio con riesgo a su persona); cuales persecuciones he sufrido (precisaban las persecuciones a fin de que estas Iglesias fueran fundadas): y de todas me ha librado el Señor. (El Señor siempre cumplirá hasta que la obra de la persona concluya.)
12 Y también todos los que quieren vivir Piadosamente en Cristo Jesús, padecerán persecución. (Debido "a la ofensa de la Cruz" [Gál. 5:11].)
13 Mas los malos hombres y los seductores, irán de mal en peor (este problema de la seducción en los últimos días es tan severo que Pablo usa la palabra [seductores], lo cual no ocurre más en ninguna parte del Nuevo Testamento; significa que tal esfuerzo es único a este tiempo concreto), engañando y siendo engañados. (La Verdad abre la puerta para recibir más de la Verdad, mientras que el engaño abre la puerta para recibir más engaño.)
LAS ESCRITURAS
14 Empero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste (el Mensaje de la Cruz), sabiendo de quién has aprendido (Timoteo había aprendido la Palabra de Dios por medio de Pablo, así como todos los demás, de hecho, en aquella época en particular, incluso los primeros Doce Apóstoles. El significado del Nuevo Convenio se le dio a Pablo, por lo tanto, tenía que aprenderlo de él);
15 Y que desde la niñez has sabido Las Sagradas Escrituras (la mayor educación que todo muchacho o muchacha haya podido tener), las cuales te pueden hacer sabio para la Salvación por la Fe que es en Cristo Jesús. (Toda la Palabra de Dios señala directamente a Cristo y lo que Él hizo en la Cruz. El Antiguo Testamento señala hacia el futuro a Su Llegada y lo que Él haría. El Nuevo Testamento señala hacia al pasado a lo que Él ya hizo. Y en el centro de todo está la Cruz.)
16 Toda La Escritura es Inspirada divinamente (el Griego dice, "toda La Escritura es por aliento de Dios," lo cual significa que es la Palabra de Dios, ¡y por lo tanto, es infalible!), y útil para enseñar Doctrina (todo lo que creemos, enseñamos y hacemos debe estar basado directamente en Las Escrituras), para redargüir (el uso de la Palabra de Dios para señalar a la dirección correcta), para corregir (la restauración a un estado de rectitud), para instruir en Justicia (la Biblia es la única guía para tal instrucción):
17 Para que el hombre de Dios sea perfecto (se refiere a la madurez), enteramente instruido para toda buena obra (correctamente entiende la Palabra, lo que luego produce su plena capacitación para las "buenas obras," es decir, "vidas Piadosas").
Primera Corintios Capítulo 13:
Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada. Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso. El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá. Porque conocemos y profetizamos de manera imperfecta; pero cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño. Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido. Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.
Hebreos 10:35-12:4
Así que no pierdan la confianza, porque ésta será grandemente recompensada. Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Pues dentro de muy poco tiempo, "el que ha de venir vendrá, y no tardará. Pero mi justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado." Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida. Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos. Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve. Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía. Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó, pero antes de ser llevado recibió testimonio de haber agradado a Dios. En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe. Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba. Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa, porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor. Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa. Así que de este solo hombre, ya en decadencia, nacieron descendientes numerosos como las estrellas del cielo e incontables como la arena a la orilla del mar. Todos ellos vivieron por la fe, y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las reconocieron a lo lejos, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. Al expresarse así, claramente dieron a entender que andaban en busca de una patria. Si hubieran estado pensando en aquella patria de donde habían emigrado, habrían tenido oportunidad de regresar a ella. Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad. Por la fe Abraham, que había recibido las promesas, fue puesto a prueba y ofreció a Isaac, su hijo único, a pesar de que Dios le había dicho: "Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac." Consideraba Abraham que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos, y así, en sentido figurado, recobró a Isaac de entre los muertos. Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú, previendo lo que les esperaba en el futuro. Por la fe Jacob, cuando estaba a punto de morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyándose en la punta de su bastón. Por la fe José, al fin de su vida, se refirió a la salida de los israelitas de Egipto y dio instrucciones acerca de sus restos mortales. Por la fe Moisés, recién nacido, fue escondido por sus padres durante tres meses, porque vieron que era un niño precioso, y no tuvieron miedo del edicto del rey. Por la fe Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la hija del faraón. Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del pecado. Consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa. Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey, pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible. Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre, para que el exterminador de los primogénitos no tocara a los de Israel. Por la fe el pueblo cruzó el Mar Rojo como por tierra seca; pero cuando los egipcios intentaron cruzarlo, se ahogaron. Por la fe cayeron las murallas de Jericó, después de haber marchado el pueblo siete días a su alrededor. Por la fe la prostituta Rahab no murió junto con los desobedientes, pues había recibido en paz a los espías. ¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas, los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones, apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada; sacaron fuerzas de flaqueza; se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. Hubo mujeres que por la resurrección recobraron a sus muertos. Otros, en cambio, fueron muertos a golpes, pues para alcanzar una mejor resurrección no aceptaron que los pusieran en libertad. Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes, e incluso de cadenas y cárceles. Fueron apedreados, aserrados por la mitad, asesinados a filo de espada. Anduvieron fugitivos de aquí para allá, cubiertos de pieles de oveja y de cabra, pasando necesidades, afligidos y maltratados. ¡El mundo no merecía gente así! Anduvieron sin rumbo por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas. Aunque todos obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe, ninguno de ellos vio el cumplimiento de la promesa. Esto sucedió para que ellos no llegaran a la meta sin nosotros, pues Dios nos había preparado algo mejor. Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo. En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre.
Romanos 8:
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, que no vivimos según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu. Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios. Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes. Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa. Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: "¡Abba! ¡Padre!" El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria. De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros. La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios, porque fue sometida a la frustración. Esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto. Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza. ¿Quién espera lo que ya tiene? Pero si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia. Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios. Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó. ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? Así está escrito: "Por tu causa nos vemos amenazados de muerte todo el día; nos tratan como a ovejas destinadas al matadero." Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
Labels: Biblia, Buenas Nuevas, Creyente, Cristianismo, Cruz, Dios, Fe, Iglesia, Jesucristo, Jesús, Lectura Biblica, Lectura Biblica de hoy, Lectura Biblica Diaria, Lectura del día, Lectura Diaria, Mensaje de la Cruz
0 Comments:
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home