08 May 2010

El 8 de Mayo Lectura Bíblica Diaria




El 8 de Mayo Lectura Bíblica Diaria:


Éxodo 21 a 23:"Éstas son las leyes que tú les expondrás: "Si alguien compra un esclavo hebreo, éste le servirá durante seis años, pero en el séptimo año recobrará su libertad sin pagar nada a cambio. "Si el esclavo llega soltero, soltero se irá. "Si llega casado, su esposa se irá con él. "Si el amo le da mujer al esclavo, como ella es propiedad del amo, serán también del amo los hijos o hijas que el esclavo tenga con ella. Así que el esclavo se irá solo. "Si el esclavo llega a declarar: Yo no quiero recobrar mi libertad, pues les tengo cariño a mi amo, a mi mujer y a mis hijos, el amo lo hará comparecer ante los jueces, luego lo llevará a una puerta, o al marco de una puerta, y allí le horadará la oreja con un punzón. Así el esclavo se quedará de por vida con su amo. "Si alguien vende a su hija como esclava, la muchacha no se podrá ir como los esclavos varones. "Si el amo no toma a la muchacha como mujer por no ser ella de su agrado, deberá permitir que sea rescatada. Como la rechazó, no podrá vendérsela a ningún extranjero. "Si el amo entrega la muchacha a su hijo, deberá tratarla con todos los derechos de una hija. "Si toma como esposa a otra mujer, no podrá privar a su primera esposa de sus derechos conyugales, ni de alimentación y vestido. "Si no le provee esas tres cosas, la mujer podrá irse sin que se pague nada por ella. "El que hiera a otro y lo mate será condenado a muerte. "Si el homicidio no fue intencional, pues ya estaba de Dios que ocurriera, el asesino podrá huir al lugar que yo designaré. "Si el homicidio es premeditado, el asesino será condenado a muerte aun cuando busque refugio en mi altar. "El que mate a su padre o a su madre será condenado a muerte. "El que secuestre a otro y lo venda, o al ser descubierto lo tenga aún en su poder, será condenado a muerte. "El que maldiga a su padre o a su madre será condenado a muerte. "Si en una riña alguien golpea a otro con una piedra, o con el puño, y el herido no muere pero se ve obligado a guardar cama, el agresor deberá indemnizar al herido por daños y perjuicios. Sin embargo, quedará libre de culpa si el herido se levanta y puede caminar por sí mismo o con la ayuda de un bastón. "Si alguien golpea con un palo a su esclavo o a su esclava, y como resultado del golpe él o ella muere, su crimen será castigado. Pero si después de uno o dos días el esclavo se recupera, el agresor no será castigado porque el esclavo era de su propiedad. "Si en una riña los contendientes golpean a una mujer encinta, y la hacen abortar pero sin poner en peligro su vida, se les impondrá la multa que el marido de la mujer exija y que en justicia le corresponda. "Si se pone en peligro la vida de la mujer, ésta será la indemnización: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, golpe por golpe, herida por herida. "Si alguien golpea en el ojo a su esclavo o a su esclava, y se lo saca, en compensación por el ojo los pondrá en libertad. "Si alguien le rompe un diente a su esclavo o a su esclava, en compensación por el diente los pondrá en libertad. "Si un toro cornea y mata a un hombre o a una mujer, se matará al toro a pedradas y no se comerá su carne. En tal caso, no se hará responsable al dueño del toro. "Si el toro tiene la costumbre de cornear, se le matará a pedradas si llega a matar a un hombre o a una mujer. Si su dueño sabía de la costumbre del toro, pero no lo mantuvo sujeto, también será condenado a muerte. "Si a cambio de su vida se le exige algún pago, deberá pagarlo. "Esta misma ley se aplicará en caso de que el toro cornee a un muchacho o a una muchacha. "Si el toro cornea a un esclavo o a una esclava, el dueño del toro deberá pagarle treinta monedas de plata al amo del esclavo o de la esclava. El toro será apedreado. "Si alguien deja abierto un pozo, o cava un pozo y no lo tapa, y llegan a caerse en él un buey o un asno, el dueño del pozo indemnizará al dueño del animal, y podrá quedarse con el animal muerto. "Si un toro cornea a otro toro, y el toro corneado muere, se venderá el toro vivo, y los dos dueños se repartirán por partes iguales el dinero y el animal muerto. "Si el toro tenía la maña de cornear, y su dueño le conocía esta maña pero no lo mantuvo amarrado, tendrá que pagar por el animal muerto con un animal vivo, pero podrá quedarse con el animal muerto. "Si alguien roba un toro o una oveja, y lo mata o lo vende, deberá devolver cinco cabezas de ganado por el toro, y cuatro ovejas por la oveja. "Si a alguien se le sorprende robando, y se le mata, su muerte no se considerará homicidio. "Si se mata al ladrón a plena luz del día, su muerte se considerará homicidio. "El ladrón está obligado a restituir lo robado. Si no tiene con qué hacerlo, será vendido para restituir lo robado. "Si el animal robado se halla en su poder y todavía con vida, deberá restituirlo doble, ya sea que se trate de un toro, un asno o una oveja. "Si alguien apacienta su ganado en un campo o en una viña, y por dejar a sus animales sueltos ellos pastan en campo ajeno, el dueño del animal deberá reparar el daño con lo mejor de su cosecha. "Si se prende fuego en pasto seco, y el fuego se propaga y quema algún trigal, o el trigo ya apilado, o algún campo sembrado, el que haya comenzado el fuego deberá reparar el daño. "Si alguien deja dinero o bienes en la casa de un amigo, y esos bienes le son robados, el ladrón deberá devolver el doble, en caso de que lo atrapen. "Si no se atrapa al ladrón, el dueño de la casa deberá comparecer ante los jueces para que se determine si no dispuso de los bienes del otro. "En todos los casos de posesión ilegal, las dos partes deberán llevar el asunto ante los jueces. El que sea declarado culpable deberá restituir el doble a su prójimo, ya sea que se trate de un toro, o de un asno, o de una oveja, o de ropa, o de cualquier otra cosa perdida que alguien reclame como de su propiedad. "Si alguien deja al cuidado de algún amigo suyo un asno, un toro, una oveja, o cualquier otro animal, y el animal muere, o sufre algún daño, o es robado sin que nadie lo vea, el amigo del dueño jurará ante el Señor no haberse adueñado de la propiedad de su amigo. El dueño deberá aceptar ese juramento, y el amigo no deberá restituirle nada. "Si el animal le fue robado al amigo, éste deberá indemnizar al dueño. "Si el animal fue despedazado por una fiera, el amigo no tendrá que indemnizar al dueño si presenta como evidencia los restos del animal. "Si alguien pide prestado un animal de algún amigo suyo, y el animal sufre algún daño, o muere, no estando presente su dueño, el que lo pidió prestado deberá restituirlo. "Si el dueño del animal estaba presente, el que pidió prestado el animal no tendrá que pagar nada. "Si el animal fue alquilado, el precio del alquiler cubrirá la pérdida. "Si alguien seduce a una mujer virgen que no esté comprometida para casarse, y se acuesta con ella, deberá pagarle su precio al padre y tomarla por esposa. Aun si el padre se niega a entregársela, el seductor deberá pagar el precio establecido para las vírgenes. "No dejes con vida a ninguna hechicera. "Todo el que tenga relaciones sexuales con un animal será condenado a muerte. "Todo el que ofrezca sacrificios a otros dioses, en vez de ofrecérselos al Señor, será condenado a muerte. "No maltrates ni oprimas a los extranjeros, pues también tú y tu pueblo fueron extranjeros en Egipto. "No explotes a las viudas ni a los huérfanos, porque si tú y tu pueblo lo hacen, y ellos me piden ayuda, yo te aseguro que atenderé a su clamor: arderá mi furor y los mataré a ustedes a filo de espada. ¡Y sus mujeres se quedarán viudas, y sus hijos se quedarán huérfanos! "Si uno de ustedes presta dinero a algún necesitado de mi pueblo, no deberá tratarlo como los prestamistas ni le cobrará intereses. "Si alguien toma en prenda el manto de su prójimo, deberá devolvérselo al caer la noche. Ese manto es lo único que tiene para abrigarse; no tiene otra cosa sobre la cual dormir. Si se queja ante mí, yo atenderé a su clamor, pues soy un Dios compasivo. "No blasfemes nunca contra Dios, ni maldigas al jefe de tu pueblo. "No te demores en presentarme las ofrendas de tus graneros y de tus lagares. "Tus hijos primogénitos serán para mí. "También serán para mí tus toros y tus ovejas. Los dejarás con sus madres siete días, pero al octavo día me los entregarás. "Ustedes serán mi pueblo santo. "No comerán la carne de ningún animal que haya sido despedazado por las fieras. Esa carne se la echarán a los perros. "No divulgues informes falsos. "No te hagas cómplice del malvado ni apoyes los testimonios del violento. "No imites la maldad de las mayorías. "No te dejes llevar por la mayoría en un proceso legal. "No perviertas la justicia tomando partido con la mayoría. "No seas parcial con el pobre en sus demandas legales. "Si encuentras un toro o un asno perdido, devuélvelo, aunque sea de tu enemigo. "Si ves un asno caído bajo el peso de su carga, no lo dejes así; ayúdalo, aunque sea de tu enemigo. "No tuerzas la justicia contra los pobres de tu pueblo en sus demandas legales. "Manténte al margen de cuestiones fraudulentas. "No le quites la vida al que es inocente y honrado, porque yo no absuelvo al malvado. "No aceptes soborno, porque nubla la vista y tuerce las sentencias justas. "No opriman al extranjero, pues ya lo han experimentado en carne propia: ustedes mismos fueron extranjeros en Egipto. "Seis años sembrarás tus campos y recogerás tus cosechas, pero el séptimo año no cultivarás la tierra. Déjala descansar, para que la gente pobre del pueblo obtenga de ella su alimento, y para que los animales del campo se coman lo que la gente deje. "Haz lo mismo con tus viñas y con tus olivares. "Seis días trabajarás, pero el día séptimo descansarán tus bueyes y tus asnos, y recobrarán sus fuerzas los esclavos nacidos en casa y los extranjeros. "Cumplan con todo lo que les he ordenado. "No invoquen los nombres de otros dioses. Jamás los pronuncien. "Tres veces al año harás fiesta en mi honor. "La fiesta de los Panes sin levadura la celebrarás en el mes de aviv, que es la fecha establecida. Fue en ese mes cuando ustedes salieron de Egipto. De acuerdo con mis instrucciones, siete días comerán pan sin levadura. "Nadie se presentará ante mí con las manos vacías. "La fiesta de la cosecha la celebrarás cuando recojas las primicias de tus siembras. "La fiesta de recolección de fin de año la celebrarás cuando recojas tus cosechas. "Tres veces al año todo varón se presentará ante mí, su Señor y Dios. "No mezcles con levadura la sangre del sacrificio que me ofrezcas. "No guardes hasta el día siguiente la grasa que me ofreces en las fiestas. "Llevarás a la casa del Señor tu Dios lo mejor de tus primicias. "No cocerás ningún cabrito en la leche de su madre. "Date cuenta, Israel, que yo envío mi ángel delante de ti, para que te proteja en el camino y te lleve al lugar que te he preparado. Préstale atención y obedécelo. No te rebeles contra él, porque va en representación mía y no perdonará tu rebelión. Si lo obedeces y cumples con todas mis instrucciones, seré enemigo de tus enemigos y me opondré a quienes se te opongan. Mi ángel te guiará y te introducirá en la tierra de estos pueblos que voy a exterminar: tierra de amorreos, hititas, ferezeos, cananeos, heveos y jebuseos. "No te inclines ante los dioses de esos pueblos. No les rindas culto ni imites sus prácticas. Más bien, derriba sus ídolos y haz pedazos sus piedras sagradas. "Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. "Yo apartaré de ustedes toda enfermedad. "En tu país ninguna mujer abortará ni será estéril. ¡Yo te concederé larga vida! "En toda nación donde pongas el pie haré que tus enemigos te tengan miedo, se turben y huyan de ti. "Delante de ti enviaré avispas, para que ahuyenten a los heveos, cananeos e hititas. Sin embargo, no los desalojaré en un solo año, no sea que, al quedarse desolada la tierra, aumente el número de animales salvajes y te ataquen. Los desalojaré poco a poco, hasta que seas lo bastante fuerte para tomar posesión de la tierra. "Extenderé las fronteras de tu país, desde el Mar Rojo hasta el mar Mediterráneo, y desde el desierto hasta el río Éufrates. Pondré bajo tu dominio a los que habitan allí, y tú los desalojarás. "No hagas ningún pacto con ellos ni con sus dioses. "Si los dejas vivir en tu tierra, te pondrán una trampa para que adores a sus dioses, y acabarás pecando contra mí."


SALMO 145:

Alef - Te exaltaré, mi Dios y rey; por siempre bendeciré tu nombre. Bet - Todos los días te bendeciré; por siempre alabaré tu nombre. Guímel - Grande es el Señor, y digno de toda alabanza; su grandeza es insondable. Dálet - Cada generación celebrará tus obras y proclamará tus proezas. He - Se hablará del esplendor de tu gloria y majestad, y yo meditaré en tus obras maravillosas. Vav - Se hablará del poder de tus portentos, y yo anunciaré la grandeza de tus obras. Zayin - Se proclamará la memoria de tu inmensa bondad, y se cantará con júbilo tu victoria. Jet - El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor. Tet - El Señor es bueno con todos; él se compadece de toda su creación. Yod - Que te alaben, Señor, todas tus obras; que te bendigan tus fieles. Caf - Que hablen de la gloria de tu reino; que proclamen tus proezas, Lámed - para que todo el mundo conozca tus proezas y la gloria y esplendor de tu reino. Mem - Tu reino es un reino eterno; tu dominio permanece por todas las edades.
Nun - y bondadoso en todas sus obras. Sámej - El Señor levanta a los caídos y sostiene a los agobiados. Ayin - Los ojos de todos se posan en ti, y a su tiempo les das su alimento. Pe - Abres la mano y sacias con tus favores a todo ser viviente. Tsade - El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras. Qof - El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad. Resh - Cumple los deseos de quienes le temen; atiende a su clamor y los salva. Shin - El Señor cuida a todos los que lo aman, pero aniquilará a todos los impíos. Tav - ¡Prorrumpa mi boca en alabanzas al Señor! ¡Alabe todo el mundo su santo nombre, por siempre y para siempre!


PROVERBIOS 20:

El vino lleva a la insolencia, y la bebida embriagante al escándalo; ¡nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente! Rugido de león es la furia del rey; quien provoca su enojo se juega la vida. Honroso es al hombre evitar la contienda, pero no hay necio que no inicie un pleito. El perezoso no labra la tierra en otoño; en tiempo de cosecha buscará y no hallará. Los pensamientos humanos son aguas profundas; el que es inteligente los capta fácilmente. Son muchos los que proclaman su lealtad, ¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza? Justo es quien lleva una vida sin tacha; ¡dichosos los hijos que sigan su ejemplo! Cuando el rey se sienta en el tribunal, con su sola mirada barre toda maldad. ¿Quién puede afirmar: "Tengo puro el corazón; estoy limpio de pecado"? Pesas falsas y medidas engañosas: ¡vaya pareja que el Señor detesta! Por sus hechos el niño deja entrever si su conducta será pura y recta. Los oídos para oír y los ojos para ver: ¡hermosa pareja que el Señor ha creado! No te des al sueño, o te quedarás pobre; manténte despierto y tendrás pan de sobra. "¡No sirve, no sirve!", dice el comprador, pero luego va y se jacta de su compra. Oro hay, y abundan las piedras preciosas, pero aún más valiosos son los labios del saber. Toma la prenda del que salga fiador de un extraño; reténla en garantía si la da en favor de desconocidos. Tal vez sea agradable ganarse el pan con engaños, pero uno acaba con la boca llena de arena. Afirma tus planes con buenos consejos; entabla el combate con buena estrategia. El chismoso traiciona la confianza; no te juntes con la gente que habla de más. Al que maldiga a su padre y a su madre, su lámpara se le apagará en la más densa oscuridad. La herencia de fácil comienzo no tendrá un final feliz. Nunca digas: "¡Me vengaré de ese daño!" Confía en el Señor, y él actuará por ti. El Señor aborrece las pesas falsas y reprueba el uso de medidas engañosas. Los pasos del hombre los dirige el Señor. ¿Cómo puede el hombre entender su propio camino? Trampa es consagrar algo sin pensarlo y más tarde reconsiderar lo prometido. El rey sabio avienta como trigo a los malvados, y los desmenuza con rueda de molino. El espíritu humano es la lámpara del Señor, pues escudriña lo más recóndito del ser. La misericordia y la verdad sostienen al rey; su trono se afirma en la misericordia. La gloria de los jóvenes radica en su fuerza; la honra de los ancianos, en sus canas. Los golpes y las heridas curan la maldad; los azotes purgan lo más íntimo del ser.



LA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS EFESIOS Capítulo 1 del Nuevo Testamento del Expositor de Jimmy Swaggart:


EFESIOS

CAPÍTULO 1

(64 d.C.)

INTRODUCCIÓN


PABLO, Apóstol de Jesucristo (el Apóstol se presenta como líder de facto de la Iglesia, y es así por el Mensaje especial que lleva; el mensaje de Pablo era acerca de la Gracia) por la Voluntad de Dios (el Fundamento del Llamado de Pablo), a los Santos (lo que llega a ser instantáneamente al aceptar a Cristo) y Fieles en Cristo Jesús (siempre Fiel en hacer de la Cruz el Objeto de su Fe) que están en Éfeso (a aquellos Santos y a todos los demás también, y por todas las épocas): 2 Gracia sea a vosotros, y paz (que nos viene por medio de la Cruz), de Dios Padre nuestro (un privilegio de proporciones indecibles), y del Señor Jesucristo (proclama al Salvador en asociación con el Padre).
LAS BENDICIONESESPIRITUALES
3 Bendito el Dios (siempre hemos de bendecir al Señor por lo que Él ha hecho por nosotros) y Padre del Señor nuestro Jesucristo (Dios es el Padre de Cristo, según Cristo es visto en Su Humanidad), El Cual nos bendijo con toda bendición espiritual (todo beneficio de la Expiación) en lugares Celestiales en Cristo (la Bendición Divina tiene su base y razón en Cristo, es nuestra en virtud de que estamos“en Él,” porque fue efectuado en la Cruz): 4 Según nos escogió en Él (no se refiere a la persona escogida, sino más bien al propósito por el cual la persona fue escogida) antes de la fundación del mundo (el Creador, al formular sus planes para el mundo, tenía presente el propósito de la Gracia Redentora), para que fuésemos Santos y sin mancha delante de Él en Amor (el propósito del “escogido”): 5 Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos (no se refiere al individuo que fue predestinado en cuanto si será salvo o perdido, sino más bien la manera por la cual llega a ser un Hijo de Dios) por Jesucristo a Sí Mismo (por medio de la Cruz), según el puro afecto de Su Voluntad (es un acto de soberanía, pero un acto basado en amor), 6 Para alabanza de la Gloria de Su Gracia (la razón definitiva), con la cual nos hizo aceptos (hecho posible por la Cruz) en el Amado (en Cristo). 7 En El Cual (en Cristo) tenemos Redención por Su Sangre (la Sangre derramada del Hijo de Dios en la Cruz es el precio de la Redención), la remisión de pecados (una remisión de su castigo), por las riquezas de Su Gracia (las riquezas de aquella Gracia nos dio la Cruz); 8 Que Él sobreabundó en nosotros (se refiere a la Gracia de Dios que es manifestada hacia nosotros en superabundancia, de nuevo, hecho posible por la Cruz) en toda sabiduría (perspicacia) e inteligencia (para resolver los problemas de cada momento de la vida); 9 Descubriéndonos el misterio de Su Voluntad (se refiere a los propósitos secretos y consejos que Dios tiene por intención de cumplirse en Su Reino), según Su beneplácito (extendido a los Creyentes), que se había propuesto en Sí Mismo (que se originó en Su Propia Mente): 10 De reunir todas las cosas (la misma corresponde a un plan bien ordenado), en la dispensación del cumplimiento de los tiempos (la Expiación no sólo se trató acerca de la Caída del hombre, sino también de la revolución de Lucifer), así las que están en los Cielos (donde comenzó la revolución de Lucifer), como las que están en la Tierra (la Caída del hombre); aun en Cristo (hecho posible por lo que Cristo hizo en la Cruz): 11 En Él (Cristo) digo, en Quien asimismo tuvimos herencia (los mejores Textos Griegos dicen, “nosotros fuimos designados como patrimonio”; por eso, los Santos son el Patrimonio de Dios, Su Posesión a través de la Obra de Cristo en la Cruz), habiendo sido predestinados conforme al propósito de Él (pertenece a la herencia que es predestinada, no el individuo quien obtendría la herencia) Quien hace todas las cosas según el Consejo de Su Propia Voluntad (por lo tanto, es perfecta): 12 Para que seamos para alabanza de Su Gloria (declara lo que está garantizado a ser, no lo que se espera ser), nosotros que antes esperamos en Cristo. (Lograremos todo esto cuando confiemos primero en Cristo, lo que quiere decir aceptando lo que Él hizo por nosotros en la Cruz.) 13 En El Cual (Cristo) esperasteis también vosotros, que escuchasteis la Palabra de Verdad (corresponde al Mensaje de la Cruz [I Cor. 1:18]), el Evangelio de vuestra Salvación (las Buenas Nuevas provistas por la Cruz): en El Cual (Cristo) también desde que creísteis (creyeron en lo que Cristo hizo por nosotros en la Cruz), fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa (hecho posible por la Cruz), 14 Que es las arras (adelanto inicial) de nuestra herencia (pero con la garantía que la recibiremos en la Resurrección), para la Redención de la posesión adquirida (comprado por la Sangre de Cristo, y será completamente cumplido en la Resurrección) para alabanza de Su Gloria. (Se refiere a lo que Dios ha hecho y hará, que es una victoria de proporciones asombrantes.)
ORACIÓN
15 Por lo cual también yo, habiendo oído de vuestra Fe en el Señor Jesús (la Fe en el Señor Jesús que se ejerce día a día en la vida cotidiana), y amor para con todos los Santos (son sólo aquellos que no dependen de la Obra Terminada de la Cruz, quienes carecen del amor), 16 No ceso de dar gracias por vosotros (se usó unas veintitrés veces de una u otra forma en las Epístolas de Pablo), haciendo memoria de vosotros en mis oraciones (una práctica del Apóstol — su vida de oración intercesora); 17 Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de Gloria (nuestro Señor en Su Humanidad era adorador y obediente a Dios el Padre), os dé Espíritu de Sabiduría y Revelación para Su conocimiento (el conocimiento de Cristo, que recibimos por la Palabra, le permite al Espíritu Santo aumentar nuestra “Sabiduría y Revelación”): 18 Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento (debiera traducirse, “los ojos de su corazón habiendo sido ilustrados con el resultado presente de que están en un estado de iluminación”); para que sepáis cuál sea la esperanza de Su vocación (en cierto modo, indica lo que realmente es la esperanza), y cuáles sean las riquezas de la gloria de Su herencia en los Santos (ya no se refiere a la herencia del Santo, sino la herencia de Dios; los Santos son aquella herencia), 19 Y cuál aquella supereminente grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos (poder para vivir una vida Santa; quienes creen en Cristo y lo que Él hizo en la Cruz), por la operación del poder de Su fortaleza (obra a nuestro favor según nuestra Fe en la Obra Terminada de Cristo, y por ningún otro medio), 20 La Cual (Dios el Padre) obró en Cristo, resucitándole de los muertos (lo que Él hizo por el Poder del Espíritu Santo), y colocándole a Su Diestra en los Cielos (lugar supremo de honor, dignidad y autoridad, y significa que el Sacrificio de Cristo fue aceptado totalmente), 21 Sobre todo principado, y autoridad, y poder, y dominio (posición exaltada de Cristo), y todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, mas aun en el venidero (se Le ha dado a Cristo esta posición exaltada, y la retendrá para siempre, debido a la Cruz): 22 Y sometió todas las cosas debajo de Sus Pies (en ello Él cumple el destino por el cual fue creado el hombre en el principio), y lo dio por Cabeza sobre todas las cosas a la Iglesia (Él es la autoridad absoluta y final, debido a la Cruz), 23 La cual es Su Cuerpo (la Fuente de Vida de la Iglesia está en Él, apoyada y dirigida por Su Poder, además es el instrumento por el cual Él obra), la plenitud de Aquél que lo llena todo en todo. (Puesto que Cristo era el Verdadero Israel y es el Verdadero Hombre, Él es también la Verdadera Iglesia.)


Primera Corintios Capítulo 13:
Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada. Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso. El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá. Porque conocemos y profetizamos de manera imperfecta; pero cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño. Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido. Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.



Hebreos 10:35-12:4
Así que no pierdan la confianza, porque ésta será grandemente recompensada. Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Pues dentro de muy poco tiempo, "el que ha de venir vendrá, y no tardará. Pero mi justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado." Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida. Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos. Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve. Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía. Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó, pero antes de ser llevado recibió testimonio de haber agradado a Dios. En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe. Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba. Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa, porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor. Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa. Así que de este solo hombre, ya en decadencia, nacieron descendientes numerosos como las estrellas del cielo e incontables como la arena a la orilla del mar. Todos ellos vivieron por la fe, y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las reconocieron a lo lejos, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. Al expresarse así, claramente dieron a entender que andaban en busca de una patria. Si hubieran estado pensando en aquella patria de donde habían emigrado, habrían tenido oportunidad de regresar a ella. Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad. Por la fe Abraham, que había recibido las promesas, fue puesto a prueba y ofreció a Isaac, su hijo único, a pesar de que Dios le había dicho: "Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac." Consideraba Abraham que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos, y así, en sentido figurado, recobró a Isaac de entre los muertos. Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú, previendo lo que les esperaba en el futuro. Por la fe Jacob, cuando estaba a punto de morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyándose en la punta de su bastón. Por la fe José, al fin de su vida, se refirió a la salida de los israelitas de Egipto y dio instrucciones acerca de sus restos mortales. Por la fe Moisés, recién nacido, fue escondido por sus padres durante tres meses, porque vieron que era un niño precioso, y no tuvieron miedo del edicto del rey. Por la fe Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la hija del faraón. Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del pecado. Consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa. Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey, pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible. Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre, para que el exterminador de los primogénitos no tocara a los de Israel. Por la fe el pueblo cruzó el Mar Rojo como por tierra seca; pero cuando los egipcios intentaron cruzarlo, se ahogaron. Por la fe cayeron las murallas de Jericó, después de haber marchado el pueblo siete días a su alrededor. Por la fe la prostituta Rahab no murió junto con los desobedientes, pues había recibido en paz a los espías. ¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas, los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones, apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada; sacaron fuerzas de flaqueza; se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. Hubo mujeres que por la resurrección recobraron a sus muertos. Otros, en cambio, fueron muertos a golpes, pues para alcanzar una mejor resurrección no aceptaron que los pusieran en libertad. Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes, e incluso de cadenas y cárceles. Fueron apedreados, aserrados por la mitad, asesinados a filo de espada. Anduvieron fugitivos de aquí para allá, cubiertos de pieles de oveja y de cabra, pasando necesidades, afligidos y maltratados. ¡El mundo no merecía gente así! Anduvieron sin rumbo por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas. Aunque todos obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe, ninguno de ellos vio el cumplimiento de la promesa. Esto sucedió para que ellos no llegaran a la meta sin nosotros, pues Dios nos había preparado algo mejor. Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo. En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre.



Romanos 8:
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, que no vivimos según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu. Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios. Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes. Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa. Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: "¡Abba! ¡Padre!" El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria. De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros. La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios, porque fue sometida a la frustración. Esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto. Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza. ¿Quién espera lo que ya tiene? Pero si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia. Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios. Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó. ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? Así está escrito: "Por tu causa nos vemos amenazados de muerte todo el día; nos tratan como a ovejas destinadas al matadero." Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.

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