13 November 2018

El 13 de noviembre Lectura Bíblica Diaria

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El 13 de noviembre Lectura Bíblica Diaria:

Ezekiel 17-19:

El Señor me dirigió la palabra: "Hijo de hombre: Plantéale al pueblo de Israel este enigma, y nárrale esta parábola. Adviértele que así dice el Señor: "Llegó al Líbano un águila enorme, de grandes alas, tupido plumaje y vivos colores. Se posó sobre la copa de un cedro, y arrancó el retoño más alto. Lo llevó a un país de mercaderes, y lo plantó en una ciudad de comerciantes. Tomó luego semilla de aquel país y la plantó en   terreno fértil. La sembró como un sauce, junto a aguas abundantes. La semilla germinó y se hizo una vid frondosa, de poca altura; volvió sus ramas hacia el águila, y hundió sus raíces bajo sí misma. con retoños y exuberante follaje. Pero había otra águila grande, de gigantescas alas y abundante plumaje. y orientó sus ramas hacia ella, para recibir más agua de la que ya tenía. ¡Había estado plantada en tierra fértil junto a aguas abundantes, para echar retoños y dar frutos, y convertirse en una hermosa vid! "Adviértele que así dice el Señor: "¿Prosperará esa vid? ¿El águila no la arrancará de raíz? ¿No le quitará su fruto, y así la vid se marchitará? Sí, los tiernos retoños se secarán. para arrancarla de cuajo. ¿Prosperará aunque sea trasplantada? ¿Acaso el viento del este no la marchitará cuando la azote? ¡claro que sí se marchitará en el lugar donde había nacido!" El Señor me dirigió la palabra: "Pregúntale a este pueblo rebelde si tiene idea de lo que significa todo esto. Recuérdale que el rey de Babilonia vino a Jerusalén y se llevó a su país al rey de Judá y a sus funcionarios. Luego tomó a uno de la familia real y lo obligó a firmar con él un tratado bajo juramento, y se llevó a la flor y nata del país. Esto lo hizo para humillar a Judá. Así le impidió sublevarse y lo obligó a cumplir el tratado para poder subsistir. Sin embargo, este príncipe se rebeló contra el rey de Babilonia, y envió mensajeros a Egipto para conseguir caballos y un numeroso ejército. ¿Y tendrá éxito y podrá escapar el que se atreva a hacer esto? ¿Acaso podrá violar el tratado y salir con vida? ¡No, sino que morirá en Babilonia, el país del rey que lo nombró y con quien hizo un juramento que no cumplió, y firmó un tratado que violó! Yo, el Señor omnipotente, lo juro por mí mismo. Ni el faraón con su gran ejército y numerosas tropas podrá auxiliarlo en la guerra, cuando se levanten rampas y se construyan torres de asalto para matar a mucha gente. El príncipe de Judá quebrantó el juramento y violó el tratado. Así que por haber hecho todo esto a pesar de su compromiso, ¡no escapará! "Por tanto, así dice el Señor omnipotente: Juro por mí mismo que lo castigaré por haber faltado al juramento y violado el tratado. Le tenderé mis redes, y caerá en mi trampa. Lo llevaré a Babilonia, y allí lo someteré a juicio por haberme sido infiel. Lo mejor de sus tropas caerá a filo de espada, y los que aún queden con vida serán esparcidos a los cuatro vientos. Así sabrán que yo, el Señor, lo he dicho. "Así dice el Señor omnipotente: " De la copa de un cedro tomaré un retoño, de las ramas más altas arrancaré un brote, y lo plantaré sobre un cerro muy elevado. Lo plantaré sobre el cerro más alto de Israel, para que eche ramas y produzca fruto y se convierta en un magnífico cedro. Toda clase de aves anidará en él, y vivirá a la sombra de sus ramas. Y todos los árboles del campo sabrán que yo soy el Señor. Al árbol grande lo corto, y al pequeño lo hago crecer. Al árbol verde lo seco, y al seco, lo hago florecer. Yo, el Señor, lo he dicho, y lo cumpliré. " El Señor me dirigió la palabra: "¿A qué viene tanta repetición de este proverbio tan conocido en Israel: Los padres comieron uvas agrias, y a los hijos se les destemplaron los dientes? Yo, el Señor omnipotente, juro por mí mismo que jamás se volverá a repetir este proverbio en Israel. La persona que peque morirá. Sepan que todas las vidas me pertenecen, tanto la del padre como la del hijo. "Quien es justo practica el derecho y la justicia; no participa de los banquetes idolátricos en los cerros, ni eleva plegarias a los ídolos malolientes de Israel. No deshonra a la mujer de su prójimo, ni se une a la mujer en los días de su menstruación. No oprime a nadie, ni roba, sino que devuelve la prenda al deudor, da de comer al hambriento y viste al desnudo. No presta dinero con usura ni exige intereses. Se abstiene de hacer el mal y juzga imparcialmente entre los rivales. Obedece mis decretos y cumple fielmente mis leyes. Tal persona es justa, y ciertamente vivirá. Lo afirma el Señor omnipotente. "Pero bien puede suceder que esa persona tenga un hijo violento y homicida, que no siga su ejemplo y participe de los banquetes idolátricos en los cerros; que deshonre a la mujer de su prójimo, oprima al pobre y al indigente, robe y no devuelva la prenda al deudor, y eleve plegarias a los ídolos e incurra en actos repugnantes; que, además, preste dinero con usura y exija intereses. ¿Tal hijo merece vivir? ¡Claro que no! Por haber incurrido en estos actos asquerosos, será condenado a muerte, y de su muerte sólo él será responsable. "Ahora bien, ese hijo podría a su vez tener un hijo que observa todos los pecados de su padre, pero no los imita, pues no participa de los banquetes idolátricos en los cerros, ni eleva plegarias a los ídolos malolientes de Israel, ni deshonra a la mujer de su prójimo; no oprime a nadie, no roba, devuelve la prenda al deudor, da de comer al hambriento y viste al desnudo; se abstiene de hacer el mal, no presta dinero con usura ni exige intereses; cumple mis leyes y obedece mis decretos. Un hijo así no merece morir por la maldad de su padre; ¡merece vivir! En cuanto a su padre, que fue un opresor, que robó a su prójimo y que hizo lo malo en medio de su pueblo, ¡morirá por su propio pecado! "Pero ustedes preguntan: ¿Por qué no carga el hijo con las culpas de su padre? ¡Porque el hijo era justo y recto, pues obedeció mis decretos y los puso en práctica! ¡Tal hijo merece vivir! Todo el que peque, merece la muerte, pero ningún hijo cargará con la culpa de su padre, ni ningún padre con la del hijo: al justo se le pagará con justicia y al malvado se le pagará con maldad. "Si el malvado se arrepiente de todos los pecados que ha cometido, y obedece todos mis decretos y practica el derecho y la justicia, no morirá; vivirá por practicar la justicia, y Dios se olvidará de todos los pecados que ese malvado haya cometido. ¿Acaso creen que me complace la muerte del malvado? ¿No quiero más bien que abandone su mala conducta y que viva? Yo, el Señor, lo afirmo. "Si el justo se aparta de la justicia y hace lo malo y practica los mismos actos repugnantes del malvado, ¿merece vivir? No, sino que morirá por causa de su infidelidad y de sus pecados, y no se recordará ninguna de sus obras justas. "Ustedes dicen: El Señor es injusto. Pero escucha, pueblo de Israel: ¿En qué soy injusto? ¿No son más bien ustedes los injustos? Cuando el justo se aparta de la justicia, cae en la maldad y muere, ¡pero muere por su maldad! Por otra parte, si el malvado se aleja de su maldad y practica el derecho y la justicia, salvará su vida. Si recapacita y se aparta de todas sus maldades, no morirá sino que vivirá. "Sin embargo, el pueblo de Israel anda diciendo: El Señor es injusto. Pueblo de Israel, ¿en qué soy injusto? ¿No son más bien ustedes los injustos? Por tanto, a cada uno de ustedes, los israelitas, los juzgaré según su conducta. Lo afirma el Señor omnipotente. Arrepiéntanse y apártense de todas sus maldades, para que el pecado no les acarree la ruina. Arrojen de una vez por todas las maldades que cometieron contra mí, y háganse de un corazón y de un espíritu nuevos. ¿Por qué habrás de morir, pueblo de Israel? Yo no quiero la muerte de nadie. ¡Conviértanse, y vivirán! Lo afirma el Señor omnipotente. "Dedícale este lamento a la nobleza de Israel: "En medio de los leones, tu madre era toda una leona. Recostada entre leoncillos, amamantaba a sus cachorros. A uno de ellos lo crió, y éste llegó a ser un león bravo que aprendió a desgarrar su presa y a devorar a la gente. Las naciones supieron de sus excesos, y lo atraparon en una fosa; ¡se lo llevaron encadenado a Egipto! Cuando la leona madre perdió toda esperanza de que volviera su cachorro, tomó a otra de sus crías y la convirtió en una fiera. Cuando este león se hizo   fuerte, se paseaba muy orondo entre los leones. y a devorar a la gente. Demolía palacios, asolaba ciudades, y amedrentaba con sus rugidos a todo el país y a sus habitantes. Las naciones y provincias vecinas se dispusieron a atacarlo. Le tendieron trampas, y quedó atrapado en la fosa. Encadenado y enjaulado lo llevaron ante el rey de Babilonia. para que no se oyeran sus rugidos en los cerros de Israel. "En medio del viñedo tu madre era una vid plantada junto al agua: ¡fructífera y frondosa, gracias al agua abundante! Sus ramas crecieron vigorosas, ¡aptas para ser cetros de reyes! por encima del follaje. y por sus ramas frondosas. Pero fue desarraigada con furia y arrojada por el suelo. El viento del este la dejó marchita, y la gente le arrancó sus frutos. Secas quedaron sus vigorosas ramas, y fueron consumidas por el fuego. Ahora se halla en el desierto, plantada en tierra árida y reseca. De una de sus ramas brotó un fuego, y ese fuego devoró sus frutos. ¡Nada queda de esas vigorosas ramas, aptas para ser cetros de reyes! Éste es un lamento, y debe entonarse como tal."




Salmo 34:
Álef - Bendeciré al Señor en todo tiempo; mis labios siempre lo alabarán. Bet - Mi alma se gloría en el Señor; lo oirán los humildes y se alegrarán. Guímel - Engrandezcan al Señor conmigo; exaltemos a una su nombre. Dálet - Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores. He - Radiantes están los que a él acuden; jamás su rostro se cubre de vergüenza. Vav - Este pobre clamó, y el Señor le oyó y lo libró de todas sus angustias. Zayin - El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen; a su lado está para librarlos. Jet - Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian. Tet - Teman al Señor, ustedes sus santos, pues nada les falta a los que le temen. Yod - Los leoncillos se debilitan y tienen hambre, pero a los que buscan al Señor nada les falta. Caf - Vengan, hijos míos, y escúchenme, que voy a enseñarles el temor del Señor. Lámed - El que quiera amar la vida y gozar de días felices, Mem - que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; Nun - que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. Sámej - Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; Ayin - el rostro del Señor está contra los que hacen el mal, para borrar de la tierra su memoria. Pe - Los justos claman, y el Señor los oye; los libra de todas sus angustias. Tsade - El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido. Qof - Muchas son las angustias del justo, pero el Señor lo librará de todas ellas; Resh - le protegerá todos los huesos, y ni uno solo le quebrarán. Shin - La maldad destruye a los malvados; serán condenados los enemigos de los justos. Tav - El Señor libra a sus siervos; no serán condenados los que en él confían.



Proverbios 22:
Vale más la buena fama que las muchas riquezas, y más que oro y plata, la buena reputación. El rico y el pobre tienen esto en común: a ambos los ha creado el Señor. El  prudente ve el peligro y lo evita; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias. Recompensa de la humildad y del temor del Señor son las riquezas, la honra y la vida. Espinas y trampas hay en la senda de los impíos, pero el que cuida su vida se aleja de ellas. Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará. Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores. El que siembra maldad cosecha desgracias; el Señor lo destruirá con el cetro de su ira. El que es generoso será bendecido, pues comparte su comida con los pobres. Despide al insolente, y se irá la discordia y cesarán los pleitos y los insultos. El que ama la pureza de corazón y tiene gracia al hablar tendrá por amigo al rey. Los ojos  del Señor protegen el saber, pero desbaratan las palabras del traidor. "¡Hay un león allá afuera! dice el holgazán. ¡En plena calle me va a hacer pedazos!" La boca de la adúltera es una fosa profunda; en ella caerá quien esté bajo la ira del Señor. La necedad es parte del corazón juvenil, pero la vara de la disciplina la corrige. Oprimir al pobre para enriquecerse, y hacerle regalos al rico, ¡buena manera de empobrecerse! Presta atención, escucha mis palabras; aplica tu corazón a mi conocimiento. Grato es retenerlas dentro de ti, y tenerlas todas a flor de labio. A ti te las enseño en este día, para que pongas tu confianza en el Señor. ¿Acaso no te he escrito treinta dichos que contienen sabios consejos? Son para enseñarte palabras ciertas y confiables, para que sepas responder bien a quien te pregunte. 1 No explotes al pobre porque es pobre, ni oprimas en los tribunales a los necesitados; porque el Señor defenderá su causa, y despojará a quienes los despojen. 2 No te hagas amigo de gente violenta, ni te juntes con los iracundos, no sea que aprendas sus malas costumbres y tú mismo caigas en la trampa. 3 No te comprometas por otros ni salgas fiador de deudas ajenas; porque si no tienes con qué pagar, te quitarán hasta la cama en que duermes. 4 No cambies de lugar los linderos antiguos que establecieron tus antepasados. 5 ¿Has visto a alguien diligente en su trabajo? Se codeará con reyes, y nunca será un Don Nadie.





El Libro de Los Hechos Capítulo 8 del Nuevo Testamento del Expositor por Jimmy Swaggart:
LOS
HECHOS DE LOS APÓSTOLES



CAPÍTULO 8
(34 d.C.)
SAULO




Y SAULO (Pablo) consentía en su muerte (quiere decir que expresó una fuerte aprobación del apedreamiento de Esteban). Y en aquel día se hizo una grande persecución en la Iglesia que estaba en Jerusalén (la Iglesia, por lo que sabemos, fue luego confinada a Jerusalén); y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria (la persecución facilitaba en llevar el Evangelio a estas regiones particulares; por lo tanto, le salió el tiro por la culata al plan de Satanás), salvo los Apóstoles (se quedaron en Jerusalén, sin duda alguna por la orden del Espíritu Santo; ya que si los Apóstoles se hubieran marchado en aquel entonces podría haber destruido la Iglesia principiante).
2 Y llevaron a enterrar a Esteban varones piadosos (revela la gran estimación que le tuvieron a este hombre, ¡y con mucha razón!), e hicieron gran llanto sobre él (qué diferencia entre su muerte y la de Ananías y Safira).
3 Entonces Saulo asolaba la Iglesia (al parecer él era el líder de esta persecución), entrando por las casas (refiriéndose a las casas donde él sabía que habían seguidores de Cristo), y trayendo hombres y mujeres, los entregaba en la cárcel (él no escatimaba edad o género, sino que los llevaba a fuerza delante de los magistrados).
4 Mas los que fueron esparcidos (se refiere al resultado de la persecución), iban por todas partes anunciando la Palabra (como se dijo, la persecución fracasó; ¡en vez de detener "la Palabra" más bien se dispersó "la Palabra!"; Satanás teme la Predicación del Evangelio mediante la Unción del Espíritu Santo, pero no tiene ninguna controversia con ritualismo o con filantropía).
FELIPE
5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria (debiera haberse traducido, "una ciudad de Samaria," que probablemente era "Siquem"; éste era Felipe de Hch. 6:5), les predicaba a Cristo (se refiere a él que proclamaba a Jesús como el Mesías, Dios manifestado en la carne, y resucitado de entre los muertos; él no comprendía mucho sobre la Cruz en aquel tiempo; ese mensaje aguardaba hasta la conversión de Pablo).
6 Y las gentes escuchaban atentamente unánimes las cosas que decía Felipe (proclama una gran aceptación del Evangelio), oyendo y viendo las señales que hacía (verificaba el Mensaje que él predicaba).
7 Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces (el Nombre de Jesús fue usado para expulsar a los demonios): y muchos paralíticos y cojos eran sanados.
8 Así que había gran gozo en aquella ciudad (cuando se acepta el Mensaje de Cristo, esto siempre trae "gran gozo").
EL HECHICERO
9 Y había un hombre llamado Simón, el cual había practicado la brujería en aquella ciudad (pertenecía a la práctica de los ritos del arte de los Reyes Magos; es de Satanás), y había engañado la gente de Samaria, diciéndose ser algún grande (parece que ellos creyeron sus afirmaciones):
10 Al cual oían todos atentamente desde el más pequeño hasta el más grande (expresa que todos fueron engañados por su hechicería), diciendo, Este es el gran poder de Dios (atribuyeron su magia y trucos por el Poder de Dios, cuando en realidad eran de Satanás; muchos en la Iglesia moderna que afirman tener el Poder de Dios caen en la misma categoría).
11 Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas los había embrujado mucho tiempo (la palabra "embrujado" se refiere a que la persona o las personas están privadas de poder pensar u organizar correctamente sus pensamientos).
12 Mas cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el Evangelio del Reino de Dios (ellos encontraron ahora un Poder que era mayor que los poderes de las tinieblas) y el Nombre de Jesucristo (la Salvación está en aquel Nombre y a lo que esto se refiere, es a la Cruz; el mismo Nombre "Jesús" significa el "Salvador"), se bautizaban hombres y mujeres (fueron bautizados en agua después de ser salvos, no bautizados para poder ser salvos).
13 El mismo Simón creyó también entonces (toda evidencia indica que Simón genuinamente entregó su corazón y vida al Señor Jesús; se usó la palabra "creyó" exactamente como está en el Versículo anterior, que significa Salvación [Jn. 3:16; Rom. 10:9-13]): y bautizándose (claramente nos informa que Felipe vio muchas pruebas de Arrepentimiento y Fe en Cristo y él bautizó a Simón exactamente como lo hizo con los demás), se llegó a Felipe, y viendo los milagros y grandes maravillas que se hacían, estaba atónito (él miraba con cuidado lo que Felipe hacía, y observó que no  implicaba engaño ni truco).
EL ESPÍRITU SANTO
14 Y los Apóstoles que estaban en Jerusalén, habiendo oído que Samaria había recibido la Palabra de Dios (muchos habían sido salvos), les enviaron a Pedro y a Juan (por el motivo que veremos):
15 Los cuales venidos, oraron por ellos, para que recibiesen el Espíritu Santo (era su propósito de haber venido, y demuestra la importancia de ser Bautizado con el Espíritu para los Creyentes):
16 (Porque aún (el Espíritu Santo) no había descendido sobre ninguno de ellos (es claro que Felipe predicó la Salvación fuertemente, pero no predicó el Bautismo con el Espíritu Santo): mas solamente eran bautizados en el Nombre de Jesús.) (Tiene la intención de deducir que fueron bautizados en agua, pero no en el Bautismo con el Espíritu.)
17 Entonces les impusieron las manos (presenta una de las formas en que los Creyentes pueden ser Bautizados con el Espíritu, pero esto no es necesario para poder ser llenos [Hch. 2:4; 10:44-48]), y recibieron el Espíritu Santo (no da más información, pero sabemos de Hechos 2:4; 10:44-48; 19:1-7 que ellos también hablaron con lenguas).
LA PROPUESTA PECAMINOSA
18 Y cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los Apóstoles se daba el Espíritu Santo (¿qué es lo que vio? vio y oyó que ellos hablaban en lenguas), les ofreció dinero (no hubiera ofrecido dinero sólo por la imposición de las manos),
19 Diciendo, Dadme también a mí esta potestad, que a cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espíritu Santo (el dinero no puede comprar estos Dones, y en realidad, ni cualquier otra cosa de Dios).
20 Entonces Pedro le dijo, Tu dinero perezca contigo, que piensas que el Don de Dios se gane por dinero (todo Predicador debe tener mucho cuidado de que el dinero no sea parte de la ecuación; Dios no tiene nada en venta; todo lo que Él tiene es "un Regalo" [Jn. 3:16]).
21 No tienes tú parte ni suerte en este asunto (la palabra "asunto" en el Griego, como se usa aquí, es "Logos," y significa "una palabra o discurso"; Pedro se refiere a estos Creyentes que hablan en otras lenguas): porque tu corazón no es recto delante de Dios (la obstinación es la causa del corazón maligno).
22 Arrepiéntete pues de esta tu maldad (revela lo maligno del pecado, no obstante, se les ofrece esperanza), y ruega a Dios, si quizás te será perdonado el pensamiento de tu corazón (nos dice que Dios Solo puede remediar esta situación, y Él siempre lo hará con tal que sea con un Arrepentimiento apropiado que diga que Él tiene razón y yo estoy equivocado).
23 Porque en hiel de amargura (se refiere al Espíritu Santo al informar a Pedro de la causa exacta, y no solamente de los síntomas) y en prisión de maldad (condición de extrema maldad) veo que estás (una esclavitud de avaricia por el dinero, poder y control de otros hombres).
24 Respondiendo entonces Simón, dijo, Rogad vosotros por mí al Señor (indica una actitud correcta de parte de Simón), que ninguna cosa de éstas que habéis dicho, venga sobre mí (le hace referencia de la posibilidad de perecer si permaneciera en esa  dirección).
25 Y ellos, habiendo testificado y hablado la Palabra de Dios (sin duda, vieron allí una Iglesia establecida), se volvieron a Jerusalén, y en muchas tierras de los Samaritanos anunciaron el Evangelio (en el camino a Jerusalén, predicaron en muchas ciudades y pueblos, es probable que se tomaron varias semanas para hacer eso).
FELIPE
26 Empero el Ángel del Señor habló a Felipe (otra misión solamente para Felipe, en vez de regresar a Jerusalén con Pedro y Juan), diciendo, Levántate y ve hacia el mediodía, al camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto (es posible que se refirió al camino que condujo a Gaza del Antiguo Testamento, que fue destruida en el año 93 a.C.).
27 Entonces él se levantó, y fue (la distancia de unos 160 kilómetros [100 millas]; él inmediatamente obedeció): y, he aquí, un Etíope, Eunuco, gobernador de Candace, Reina de los Etíopes (claramente presenta a un Gentil que era un prosélito al Convenio de Israel), el cual era puesto sobre todos sus tesoros (él era el tesorero de aquel país Africano), y había venido a adorar a Jerusalén (podría referirse a la Fiesta de los Tabernáculos, que se llevaba a cabo en el mes de Octubre; Eusebio dice, "Él era el primer Gentil, por lo menos en la Iglesia Primitiva, que se convirtió a Cristo"),
28 Se volvía (regresando a Etiopía) sentado en su carro, y leyendo el Profeta Isaías (lo más probable es que se refirió a una versión del Griego).
29 Y el Espíritu (el Espíritu Santo) dijo a Felipe (el Espíritu Santo guiará y dirigirá a todos los que desean esa relación), Llégate, y júntate a este carro.
30 Y acudiendo Felipe (es probable que el conductor se había detenido para darle agua a los caballos), le oyó que leía el Profeta Isaías (quiere decir que leía en voz alta), y dijo, Mas ¿entiendes lo que lees? (Es posible que se hizo esta pregunta porque el Espíritu Santo le dijo que le preguntara eso.)
31 Y dijo, ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? (¡Es por eso que es de gran importancia que el Predicador sea llamado por Dios!) Y rogó a Felipe que subiese, y se sentase con él (quiso que Felipe le explicara La Escritura).
32 Y el lugar de La Escritura que leía, era éste (también presenta una orquestación que el Espíritu Santo llevó a cabo), Como oveja a la muerte fue llevado; y como cordero mudo delante del que le trasquila, así no abrió Su Boca (se refiere a la Cruz y la manera cómo nuestro Señor aborda este Sacrificio):
33 En Su humillación Su juicio fue quitado (quiere decir que se suspendió toda justicia con respecto al proceso y Crucifixión de Cristo): Mas Su generación, ¿quién la contará? (Significa que el Sanedrín Judío intentó borrar Su Memoria, pero no lo lograron.) Porque es quitada de la Tierra Su vida (a pesar de sus malas intenciones, el Plan de Dios se llevó a cabo hasta cumplirse totalmente).
34 Y respondiendo el Eunuco a Felipe, dijo, te ruego ¿de quién el Profeta dice esto? (Presenta, como se hará obvio, un corazón sediento para Dios.) ¿De sí mismo, o de otra persona? (Presenta la pregunta correcta, a la que Felipe iba a contestar.)
35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta Escritura, le anunció el Evangelio de Jesús (se refiere a Isa. 53:7-8; le explica al Etíope que el Profeta Isaías  habla de Jesús).
36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua (viajando a una poca distancia, Felipe  le explicaba todo esto durante este tiempo, llegaron a un lugar donde había agua; evidentemente, Felipe le había explicado que el Bautismo en Agua era la señal externa de que Jesús había sido aceptado en el corazón): y dijo el Eunuco, he aquí, agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? (Él había aceptado a Cristo, y ahora tenía muchas ganas de obedecer al Señor en el Bautismo en Agua.)
37 Y Felipe dijo, Si crees de todo corazón, bien puedes (presenta el único requisito Bíblico para la Salvación). Y respondiendo, dijo, Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios (¡esto muestra que Felipe había explicado muy bien el Programa del Evangelio a este hombre!).
38 Y mandó (el Etíope) parar el carro: y descendieron ambos al agua, Felipe y el Eunuco (esto nos dice que el Bautismo en Agua es por inmersión, y no por la mera aspersión como enseñan algunos); y (Felipe) le bautizó.
39 Y cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe (quiere decir exactamente lo que esto dice), y no le vio más el eunuco (ha de haber sido una experiencia extraordinaria): y (el Etíope) se fue por su camino gozoso (su viaje valió la pena).
40 Felipe empero se halló en Azoto (era el Azoto antiguo, situado en el Mediterráneo): y pasando, anunciaba el Evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea (unos noventa kilómetros [sesenta millas] al norte de Azoto).


Primera Corintios Capítulo 13:
Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada. Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso. El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá. Porque conocemos y profetizamos de manera imperfecta; pero cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño. Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido. Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.


Hebreos 10:35-12:4
Así que no pierdan la confianza, porque ésta será grandemente recompensada. Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Pues dentro de muy poco tiempo, "el que ha de venir vendrá, y no tardará. Pero mi justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado." Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida. Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos. Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve. Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía. Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó, pero antes de ser llevado recibió testimonio de haber agradado a Dios. En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe. Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba. Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa, porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor. Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa. Así que de este solo hombre, ya en decadencia, nacieron descendientes numerosos como las estrellas del cielo e incontables como la arena a la orilla del mar. Todos ellos vivieron por la fe, y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las reconocieron a lo lejos, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. Al expresarse así, claramente dieron a entender que andaban en busca de una patria. Si hubieran estado pensando en aquella patria de donde habían emigrado, habrían tenido oportunidad de regresar a ella. Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad. Por la fe Abraham, que había recibido las promesas, fue puesto a prueba y ofreció a Isaac, su hijo único, a pesar de que Dios le había dicho: "Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac." Consideraba Abraham que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos, y así, en sentido figurado, recobró a Isaac de entre los muertos. Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú, previendo lo que les esperaba en el futuro. Por la fe Jacob, cuando estaba a punto de morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyándose en la punta de su bastón. Por la fe José, al fin de su vida, se refirió a la salida de los israelitas de Egipto y dio instrucciones acerca de sus restos mortales. Por la fe Moisés, recién nacido, fue escondido por sus padres durante tres meses, porque vieron que era un niño precioso, y no tuvieron miedo del edicto del rey. Por la fe Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la hija del faraón. Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del pecado. Consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta  en la recompensa. Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey, pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible. Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre, para que el exterminador de los primogénitos no tocara a los de Israel. Por la fe el pueblo cruzó el Mar Rojo como por tierra seca; pero cuando los egipcios intentaron cruzarlo, se ahogaron. Por la fe cayeron las murallas de Jericó, después de haber marchado el pueblo siete días a su alrededor. Por la fe la prostituta Rahab no murió junto con los desobedientes, pues había recibido en paz a los espías. ¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté,  David, Samuel y los profetas, los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones, apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada; sacaron fuerzas de flaqueza; se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. Hubo mujeres que por la resurrección recobraron a sus muertos. Otros, en cambio, fueron muertos a golpes, pues para alcanzar una mejor resurrección no aceptaron que los pusieran en libertad. Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes, e incluso de cadenas y cárceles. Fueron apedreados, aserrados por la mitad, asesinados a filo de espada. Anduvieron fugitivos de aquí para allá, cubiertos de pieles de oveja y de cabra, pasando necesidades, afligidos y maltratados. ¡El mundo no merecía gente así! Anduvieron sin rumbo por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas. Aunque todos obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe, ninguno de ellos vio el cumplimiento de la promesa. Esto sucedió para que ellos no llegaran a la meta sin nosotros, pues Dios nos había preparado algo mejor. Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo. En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre.



Romanos 8:
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, que no vivimos según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu. Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios. Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los   muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes. Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa. Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: "¡Abba! ¡Padre!" El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria. De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros. La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios, porque fue sometida a la frustración. Esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto. Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza. ¿Quién espera lo que ya tiene? Pero si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia. Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios. Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó. ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? Así está escrito: "Por tu causa nos vemos amenazados de muerte todo el día; nos tratan como a ovejas destinadas al matadero." Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.

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