02 April 2017

El 3 de abril Lectura Bíblica Diaria

Sonidos del aire libre




El 3 de abril Lectura Bíblica Diaria:

Miqueas 2 a 4:
¡Ay de los que sólo piensan en el mal, y aun acostados hacen planes malvados! En cuanto amanece, los llevan a cabo porque tienen el poder en sus manos. Codician campos, y se apropian de ellos; casas, y de ellas se adueñan. Oprimen al varón y a su familia, al hombre y a su propiedad. Por tanto, así dice el Señor: "Ahora soy yo el que piensa traer sobre ellos una desgracia, de la que no podrán escapar. Ya no andarán erguidos, porque ha llegado la hora de su desgracia. En aquel día se les hará burla, y se les cantará este lamento: ¡Estamos perdidos! Se están repartiendo los campos de mi pueblo. ¡Cómo me los arrebatan! Nuestra tierra se la reparten los traidores. " Por eso no tendrán en la asamblea del Señor a nadie que reparta la tierra. Estos profetas me dicen: "¡Deja ya de profetizarnos! ¡No nos vengas con que el oprobio nos alcanzará!" Los descendientes de Jacob declaran: "¿Acaso ha perdido el Señor la paciencia? ¿Es ésta su manera de actuar? ¿Acaso no hacen bien sus palabras? ¿Acaso no caminamos con el Justo?" Ayer ustedes eran mi pueblo, pero hoy se han vuelto mis enemigos. A los que pasan confiados, a los que vuelven de la guerra, los despojan de su manto. A las mujeres de mi pueblo las echan de sus preciadas casas, y a sus niños los despojan para siempre del honor que les di. ¡Levántense! ¡Pónganse en marcha, que éste no es un lugar de reposo! ¡Está contaminado, destruido sin remedio! Si con la intención de mentirles, llega algún embustero y les dice: "Yo les anuncio vino y cerveza", este pueblo lo verá como un profeta. Te aseguro, Jacob, que yo reuniré a todo tu pueblo. Te aseguro, Israel, que yo juntaré a tu remanente. Los congregaré como a rebaño en el aprisco, como a ovejas que, en medio del pastizal, balan huyendo de la gente. El que abre brecha marchará al frente, y también ellos se abrirán camino; atravesarán la puerta y se irán, mientras su rey avanza al frente, mientras el Señor va a la cabeza. Entonces dije: "Escuchen, gobernantes de Jacob, autoridades del pueblo de Israel: ¿Acaso no les corresponde a ustedes conocer el derecho? Ustedes odian el bien y aman el mal; a mi pueblo le arrancan la piel del cuerpo y la carne de los huesos; ustedes se devoran a mi pueblo, le arrancan la piel, le rompen los huesos; lo descuartizan como carne para la olla, como carne para el horno." Ya le pedirán auxilio al Señor, pero él no les responderá; esconderá de ellos su rostro porque hicieron lo malo. Esto es lo que dice el Señor contra ustedes, profetas que descarrían a mi pueblo: "Con el estómago lleno, invitan a la paz; con el vientre vacío, declaran la guerra. Por tanto, tendrán noches sin visiones, oscuridad sin presagios." El sol se ocultará de estos profetas; ¡el día se les volverá tinieblas! Los videntes quedarán en vergüenza; los adivinos serán humillados. Dios les tapará la boca, pues no les dará respuesta. Yo, en cambio, estoy lleno de poder, lleno del Espíritu del Señor, y lleno de justicia y de fuerza, para echarle en cara a Jacob su delito; para reprocharle a Israel su pecado. El gobierno corrupto, causa de la caída de Sión Escuchen esto ustedes, gobernantes del pueblo de Jacob, y autoridades del reino de Israel, que abominan la justicia y tuercen el derecho, que edifican a Sión con sangre y a Jerusalén con injusticia. Sus gobernantes juzgan por soborno, sus sacerdotes instruyen por paga, y sus profetas predicen por dinero; para colmo, se apoyan en el Señor, diciendo: "¿No está el Señor entre nosotros? ¡No vendrá sobre nosotros ningún mal!" Por lo tanto, por culpa de ustedes Sión será como un campo arado; Jerusalén quedará en ruinas, y el monte del templo se volverá un matorral. En los últimos días, el monte del templo del Señor será puesto sobre la cumbre de las montañas y elevado por encima de las colinas. Entonces los pueblos marcharán hacia ella, y muchas naciones se acercarán, diciendo: "Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Dios mismo nos instruirá en sus caminos, y así andaremos en sus sendas." Porque de Sión viene la instrucción; de Jerusalén, la palabra del Señor. Dios mismo juzgará entre muchos pueblos, y administrará justicia a naciones poderosas y lejanas. Convertirán en azadones sus espadas, y en hoces sus lanzas. Ya no alzará su espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra. Cada uno se sentará bajo su parra y su higuera; y nadie perturbará su solaz el Señor Todopoderoso lo ha dicho. Todos los pueblos marchan en nombre de sus dioses, pero nosotros marchamos en el nombre del Señor, en el nombre de nuestro Dios, desde ahora y para siempre. "En aquel día afirma el Señor reuniré a las ovejas lastimadas, dispersas y maltratadas. Con las ovejas heridas formaré un remanente, y con las desterradas, una nación poderosa. desde ahora y para siempre. Y tú, Torre del Rebaño, colina fortificada de la ciudad de Sión: a ti volverá tu antiguo poderío, la soberanía de la ciudad de Jerusalén." Ahora, ¿por qué gritas tanto? ¿Acaso no tienes rey? ¿Por qué te han venido dolores de parto? ¿Murió acaso tu consejero? Retuércete y puja, hija de Sión, como mujer a punto de dar a luz, porque ahora vas a salir de tu ciudad, y tendrás que vivir a campo abierto. Irás a Babilonia, pero de allí serás rescatada; el Señor te librará del poder de tus enemigos. Ahora muchas naciones se han reunido contra ti. Y dicen: "¡Que sea profanada Sión! ¡Disfrutemos del espectáculo!" Pero ellas no saben lo que piensa el Señor, ni comprenden sus designios; no saben que él las junta como a gavillas en la era. ¡Levántate, hija de Sión! ¡Ponte a trillar! y de bronce tus pezuñas, para que conviertas en polvo a muchos pueblos, y consagres al Señor sus ganancias injustas; sus riquezas, al Señor de toda la tierra.



Salmo 112:
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Álef - Dichoso el que teme al Señor, Bet - el que halla gran deleite en sus mandamientos. Guímel - Sus hijos dominarán el país; Dálet - la descendencia de los justos será bendecida. He - En su casa habrá abundantes riquezas, Vav - y para siempre permanecerá su justicia. Zayin - Para los justos la luz brilla en las tinieblas. Jet - ¡Dios es clemente, compasivo y justo! Tet - Bien le va al que presta con generosidad, Yod - y maneja sus negocios con justicia. Lámed - El justo será siempre recordado; Caf - ciertamente nunca fracasará. Mem - No temerá recibir malas noticias; Nun - su corazón estará firme, confiado en el Señor. Sámej - Su corazón estará seguro, no tendrá temor, Ayin - y al final verá derrotados a sus adversarios. Pe - Reparte sus bienes entre los pobres; Tsade - su justicia permanece para siempre; Qof - su poder será gloriosamente exaltado. Resh - El malvado verá esto, y se irritará; Shin - rechinando los dientes se irá desvaneciendo. Tav - ¡La ambición de los impíos será destruida!



Proverbios 15:
La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego. La lengua de los sabios destila conocimiento; la boca de los necios escupe necedades. Los ojos del Señor están en todo lugar, vigilando a los buenos y a los malos. La lengua que brinda consuelo es árbol de vida; la lengua insidiosa deprime el espíritu. El necio desdeña la corrección de su padre; el que la acepta demuestra prudencia. En la casa del justo hay gran abundancia; en las ganancias del malvado, grandes problemas. Los labios de los sabios esparcen conocimiento; el corazón de los necios ni piensa en ello. El Señor aborrece las ofrendas de los malvados, pero se complace en la oración de los justos. El Señor aborrece el camino de los malvados, pero ama a quienes siguen la justicia. Para el descarriado, disciplina severa; para el que aborrece la corrección, la muerte. Si ante el Señor están el sepulcro y la muerte, ¡cuánto más el corazón humano! Al insolente no le gusta que lo corrijan, ni busca la compañía de los sabios. El corazón alegre se refleja en el rostro, el corazón dolido deprime el espíritu. El corazón entendido va tras el conocimiento; la boca de los necios se nutre de tonterías. Para el afligido todos los días son malos; para el que es feliz siempre es día de fiesta. Más vale tener poco, con temor del Señor, que muchas riquezas con grandes angustias. Más vale comer verduras sazonadas con amor que un festín de carne sazonada con odio. El que es iracundo provoca contiendas; el que es paciente las apacigua. El camino del perezoso está plagado de espinas, pero la senda del justo es como una calzada. El hijo sabio alegra a su padre; el hijo necio menosprecia a su madre. Al necio le divierte su falta de juicio; el entendido endereza sus propios pasos. Cuando falta el consejo, fracasan los planes; cuando abunda el consejo, prosperan. Es muy grato dar la respuesta adecuada, y más grato aún cuando es oportuna. El sabio sube por el sendero de vida, para librarse de caer en el sepulcro. El Señor derriba la casa de los soberbios, pero mantiene intactos los linderos de las viudas. El Señor aborrece los planes de los malvados, pero le agradan las palabras puras. El ambicioso acarrea mal sobre su familia; el que aborrece el soborno vivirá. El corazón del justo medita sus respuestas, pero la boca del malvado rebosa de maldad. El Señor se mantiene lejos de los impíos, pero escucha las oraciones de los justos. Una mirada radiante alegra el corazón, y las buenas noticias renuevan las fuerzas. El que atiende a la crítica edificante habitará entre los sabios. Rechazar la corrección es despreciarse a sí mismo; atender a la reprensión es ganar entendimiento. El temor del Señor es corrección y sabiduría; la humildad precede a la honra.

El Libro de Primera de Corintios del Nuevo Testamento del Expositor por Jimmy Swaggart:



LA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS
CORINTIOS
CAPÍTULO 1
(59 d.C.)
INTRODUCCIÓN
PABLO, llamado a ser Apóstol (este Llamado presenta al líder titular de la Iglesia, y corresponde al Mensaje; en otras palabras, cada Apóstol llamado por Dios se le ha encomendado un énfasis especial por el Espíritu Santo en cuanto a su Mensaje) de Jesucristo por la Voluntad de Dios (por el Propio Nombramiento de Dios y Voluntad), y Sóstenes nuestro Hermano (Hch. 18:17),
2 A la Iglesia de Dios que está en Corinto (este tratamiento muestra la ausencia de todo Gobierno Eclesiástico fijo), Santificados en Cristo Jesús (separados para Cristo), llamados Santos (quiere decir que el que está "en Cristo" es un "Santo"), y a todos los que invocan el Nombre de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar (esta Epístola está dirigida no sólo a la Iglesia en Corinto, sino a todas las demás Iglesias y para siempre), Señor de ellos y nuestro (asesta un golpe mortal a los Cristianos quienes afirman tener un monopolio en Cristo para sí mismos y sus propias sectas, etc.):
3 Gracia, y Paz (la Gracia es el inicio de todas las Bendiciones, mientras que la Paz es el fin de todas las Bendiciones; todo hecho posible por la Cruz) de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo (coloca "al Padre" primero; en esta función paternal, Él es la Fuente de toda buena dádiva y todo don perfecto, pero lo hace por medio de Jesucristo y lo que Él hizo en la Cruz).
ACCIÓN DE GRACIAS
4 Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros (el rebosar natural de un corazón lleno), por la Gracia de Dios que os es dada en Cristo Jesús (como se expuso, toda Gracia, que es la Bondad de Dios, ¡es posible por la Cruz, y solamente la Cruz!);
5 Que en todas las cosas sois enriquecidos en Él (tiene la intención de exclamar la Fuente de "toda cosa buena," Quien es Cristo Jesús), en toda lengua (no se refiere al Don de Lenguas como algunos piensan, sino más bien todas las Promesas de Dios que Él ha pronunciado o dado desde el principio) y en toda ciencia;
6 Así como el Testimonio de Cristo ha sido confirmado en vosotros (lo que Cristo hizo en la Cruz se había realizado en las vidas de algunos de estos Corintios):
7 De tal manera que nada os falte en ningún Don (no está limitado a los nueve Dones del Espíritu, sino más bien cada una de las cosas dadas por el Señor, para las cuales Él pagó en la Cruz); esperando la Manifestación de nuestro Señor Jesucristo (corresponde al Arrebatamiento de la Iglesia [I Tes. 4:13-18]):
8 El Cual también os confirmará hasta el fin (se refiere al poder conservador de "nuestro Señor Jesucristo," que es hecho por el Espíritu Santo con tal que el Creyente siempre haga de la Cruz el Objeto de su Fe), para que seáis sin falta en el día de nuestro Señor Jesucristo (de nuevo, sólo se puede alcanzar esta vida por la Fe constante en la Cruz de Cristo).
9 Fiel es Dios (una expresión favorita entre los Judíos acerca de la integridad de Dios [II Cor. 1:18; I Tes. 5:24; II Tes. 3:3]), por El Cual sois llamados a la participación de Su Hijo Jesucristo nuestro Señor ("llamado" se refiere a la Predestinación, con respecto del Plan de Dios y no de la persona).
DIVISIONES
10 Os ruego pues (indica la transición de una acción de gracias hacia una reprensión), Hermanos, por el Nombre de nuestro Señor Jesucristo (proclama al Señor como la Cabeza de la Iglesia), que habléis todos una misma cosa (exige unidad con respecto a la Persona de Cristo, y lo que Él ha hecho para Redimirnos por medio de la Cruz), y que no haya divisiones entre vosotros (con respecto a Cristo y la Cruz); antes seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer (expresa lo que sólo se puede efectuar por la Cruz que siempre es el Objeto de la Fe, que luego da al Espíritu Santo la libertad de acción para obrar estas cosas dentro de nuestras vidas).
11 Porque me ha sido declarado de vosotros, Hermanos míos, por los que son de Cloé (Pablo con sabiduría y bondad expresa su autoridad en estos informes), que hay entre vosotros contiendas. (Veremos que estas controversias se concentraron en desacuerdos acerca de la Cruz.)
12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice (se refiere a una manera agresiva), Yo cierto soy de Pablo; pues yo de Apolos; y yo de Cefas (Simón Pedro); y yo de Cristo. (En efecto, este último grupo estaba diciendo que no necesitaba Predicadores, lo que es incorrecto.)
13 ¿Está dividido Cristo? (¿Hay un Cristo Bautista, un Cristo Pentecostal, o un Cristo Apostólico? La respuesta es un tajante "No".) ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? (El Apóstol reprende el partidismo, que se relacionaba a su propio nombre.) ¿O habéis sido bautizados en el nombre de Pablo? (Expresa la idea de que él nunca tuvo la intención de apartar a los Discípulos para sí mismo, sino más bien para Cristo.)
14 Doy gracias a Dios, que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo (si el Bautismo en Agua es esencial a la Salvación, como algunos reclaman, no creo que Pablo hubiera anunciado descaradamente que sólo había bautizado a éstos pocos, como lo hizo aquí);
15 Para que ninguno diga que habéis sido bautizados en mi nombre (nada se debe hacer para apartarse de la lealtad a Cristo).
16 Y también bauticé la familia de Estéfanas: mas, no sé si he bautizado a algún otro (nos informa que la inspiración de los Apóstoles en escribir Las Escrituras no compromete la infalibilidad mecánica que se le atribuyó a ellos por el dogma popular).
17 Porque no me envió Cristo a bautizar (nos manifiesta una Verdad Cardinal), sino a Predicar el Evangelio (la manera en la que se puede ser salvo del pecado): no en sabiduría de palabras (el intelectualismo no es el Evangelio), para que no sea hecha vana la Cruz de Cristo. (Nos dice claramente que la Cruz de Cristo debe siempre ser el énfasis del Mensaje.)
LA SABIDURÍA
18 Porque la Palabra (en el Griego "logos" se traduce como el mensaje de la Palabra) de la Cruz es locura a los que se pierden (las cosas espirituales no pueden ser discernidas por personas inconversas, pero esto no importa; la Cruz tiene que ser Predicada, incluso lo veremos); mas a los que se salvan, es a saber, a nosotros, es Poder de Dios. (La Cruz es el Poder de Dios simplemente porque es precisamente allí donde toda la deuda del pecado fue pagada, dando al Espíritu Santo, en Quien reside el Poder, libertad de acción para obrar con poder en nuestra vida.)
19 Porque está escrito (Isa. 29:14), Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé la inteligencia de los entendidos (se refiere a aquéllos que son sabios en sus propios ojos, en realidad, habiendo abandonado los Caminos del Señor).
20 ¿Qué es del sabio? (Presenta la primera de las tres clases de personas cultas que vivían en esa época.) ¿Qué del Escriba? (Corresponde a los Teólogos Judíos de esa época.) ¿Dónde está el que sabe discutir de este mundo? (Describe a los Griegos, que eran buscadores de las interpretaciones místicas y metafísicas.) ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? (Corresponde a lo que Dios hizo al enviar a Su Hijo para Redimir a la humanidad, lo cual Él hizo en la Cruz. ¡Toda la sabiduría del mundo no pudo hacer esto!)
21 Porque en la Sabiduría de Dios, el mundo por no haber conocido a Dios por la sabiduría (la sabiduría endeble del hombre, hasta lo mejor que tiene para ofrecer, de ninguna manera puede llegar a conocer a Dios), agradó a Dios salvar a los Creyentes (la Predicación acerca de la Cruz) por la locura de la Predicación. (Pablo no está tratando sobre el arte de la predicación, sino el mensaje de la predicación.)
22 Porque los Judíos piden señales (las señales del Mesías al tomar el Trono y hacer de Israel una gran Nación otra vez), y los Griegos buscan sabiduría (pensaban que eso solucionaría el problema humano; sin embargo, si así lo fuera, ¿por qué buscaban siempre más sabiduría?):
23 Mas nosotros Predicamos a Cristo Crucificado (es el Fundamento de la Palabra de Dios y, por lo tanto, de la Salvación), a los Judíos ciertamente tropezadero (la Cruz era el tropezadero), y a los Gentiles locura (le resultaban difícil a ambos aceptar como Dios a un Hombre muerto colgado en una Cruz, porque eso era Cristo para ellos);
24 Empero a los llamados (aquéllos que aceptan el Llamado, ya que la totalidad de la humanidad está invitada [Jn. 3:16; Apoc. 22:17]), así Judíos como Griegos (significa, en realidad, a los "Judíos y a los Gentiles"), Cristo el Poder de Dios (lo que Él hizo en la Cruz Expió todo el pecado, de ese modo, haciéndolo posible para que el Espíritu Santo pueda exhibir Su Poder en nuestra vida), y la Sabiduría de Dios. (Esta Sabiduría concibió un Plan de Salvación que perdonó a los hombres culpables y al mismo tiempo justificó y glorificó la Justicia de Dios, que se destaca como el Plan más sabio y más notable de todo el tiempo.)
25 Porque la insensatez de Dios es más sabio que los hombres (Dios logra los fines más poderosos por los medios más humildes); y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres (lo que los hombres consideran débil, pero en realidad no lo es — la Cruz).
26 Porque mirad, Hermanos (la naturaleza y el método de su Vocación Divina), vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles (son Llamados y la aceptan):
27 Antes lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios (la Predicación de la Cruz confunde al sabio porque resulta en vidas cambiadas, nada se puede hacer de lo que el hombre tiene); y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar lo fuerte (la Cruz es vista como debilidad, pero efectúa gran fuerza y poder, con respecto a aquéllos que aceptan la Obra Terminada de Cristo);
28 Y lo vil del mundo y lo menospreciado, escogió Dios (es Dios obrando en lo despreciable y lo bajo de lo cual resulta en milagros), y lo que no es, para deshacer lo que es (Dios puede usar lo que no es nada en sí, pero con Él todo es posible):
29 Para que ninguna carne (esfuerzo humano) se jacte en Su Presencia.
30 Mas de Él sois vosotros en Cristo Jesús (el gran Plan de Dios que está mucho más allá de toda la sabiduría del mundo; somos "en Cristo Jesús," en virtud de la Cruz — lo que Él hizo allí), El Cual nos ha sido hecho por Dios Sabiduría, y Justificación, y Santificación, y Redención (tenemos todo esto por el Espíritu Santo, a través de Cristo y lo que Él hizo en la Cruz; significa que la Cruz debe ser siempre el Objeto de nuestra Fe):
31 Para que, como está escrito (Jer. 9:23), El que se gloría, gloríese en el Señor. (El que se jacta, permítele jactarse en el Señor, y no en ciertos Predicadores.)

Primera Corintios Capítulo 13:
Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada. Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso. El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá. Porque conocemos y profetizamos de manera imperfecta; pero cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño. Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido. Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.

Hebreos 10:35-12:4
Así que no pierdan la confianza, porque ésta será grandemente recompensada. Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Pues dentro de muy poco tiempo, "el que ha de venir vendrá, y no tardará. Pero mi justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado." Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida. Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos. Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve. Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía. Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó, pero antes de ser llevado recibió testimonio de haber agradado a Dios. En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe. Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba. Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa, porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor. Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa. Así que de este solo hombre, ya en decadencia, nacieron descendientes numerosos como las estrellas del cielo e incontables como la arena a la orilla del mar. Todos ellos vivieron por la fe, y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las reconocieron a lo lejos, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. Al expresarse así, claramente dieron a entender que andaban en busca de una patria. Si hubieran estado pensando en aquella patria de donde habían emigrado, habrían tenido oportunidad de regresar a ella. Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad. Por la fe Abraham, que había recibido las promesas, fue puesto a prueba y ofreció a Isaac, su hijo único, a pesar de que Dios le había dicho: "Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac." Consideraba Abraham que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos, y así, en sentido figurado, recobró a Isaac de entre los muertos. Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú, previendo lo que les esperaba en el futuro. Por la fe Jacob, cuando estaba a punto de morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyándose en la punta de su bastón. Por la fe José, al fin de su vida, se refirió a la salida de los israelitas de Egipto y dio instrucciones acerca de sus restos mortales. Por la fe Moisés, recién nacido, fue escondido por sus padres durante tres meses, porque vieron que era un niño precioso, y no tuvieron miedo del edicto del rey. Por la fe Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la hija del faraón. Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del pecado. Consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa. Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey, pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible. Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre, para que el exterminador de los primogénitos no tocara a los de Israel. Por la fe el pueblo cruzó el Mar Rojo como por tierra seca; pero cuando los egipcios intentaron cruzarlo, se ahogaron. Por la fe cayeron las murallas de Jericó, después de haber marchado el pueblo siete días a su alrededor. Por la fe la prostituta Rahab no murió junto con los desobedientes, pues había recibido en paz a los espías. ¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas, los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones, apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada; sacaron fuerzas de flaqueza; se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. Hubo mujeres que por la resurrección recobraron a sus muertos. Otros, en cambio, fueron muertos a golpes, pues para alcanzar una mejor resurrección no aceptaron que los pusieran en libertad. Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes, e incluso de cadenas y cárceles. Fueron apedreados, aserrados por la mitad, asesinados a filo de espada. Anduvieron fugitivos de aquí para allá, cubiertos de pieles de oveja y de cabra, pasando necesidades, afligidos y maltratados. ¡El mundo no merecía gente así! Anduvieron sin rumbo por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas. Aunque todos obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe, ninguno de ellos vio el cumplimiento de la promesa. Esto sucedió para que ellos no llegaran a la meta sin nosotros, pues Dios nos había preparado algo mejor. Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo. En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre.

Romanos 8:
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, que no vivimos según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu. Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios. Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes. Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa. Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: "¡Abba! ¡Padre!" El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria. De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros. La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios, porque fue sometida a la frustración. Esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto. Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza. ¿Quién espera lo que ya tiene? Pero si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia. Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios. Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó. ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? Así está escrito: "Por tu causa nos vemos amenazados de muerte todo el día; nos tratan como a ovejas destinadas al matadero." Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.

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