5 Y traeré un bocado de pan, y confortad Vuestro Corazón
(el pan es un Tipo de la Palabra de Dios y, además, del SEÑOR
Jesucristo [Jn. 6:35]; cuando Abraham dio pan al SEÑOR, junto con Sus acompañantes
Angelicales, declara lo que el SEÑOR hará para toda la humanidad y, sobre todo,
que Él sería en realidad aquel pan; este es el «pan» que satisface toda hambre
espiritual); después pasaréis (pero
no antes de que yo os demuestre la dignidad y el respeto que merecéis); pues por
eso habéis pasado cerca de Vuestro Siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho (al recibir con favor al SEÑOR garantiza la bendición).
6 Entonces Abraham fue de prisa a la carpa a
Sara, y le dijo: Apresúrate a preparar tres medidas de flor de harina, amásala
y haz panes cocidos debajo del rescoldo (la
actividad espiritual en el corazón de un siervo de Cristo despierta la
actividad en el corazón de los demás siervos).
7 Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro
tierno y bueno, y lo dio al mozo, éste se apresuró a prepararlo (así como se mataría el becerro, del mismo modo se haría con el Hijo de
Dios, todo lo cual era un Tipo).
8 Tomó también manteca y leche, y el becerro que
había aderezado, y lo puso delante de Ellos; y él estaba junto a Ellos debajo
del árbol, y comieron (Jesús nos dijo que también debemos comer;
me refiero al «comer de Cristo», que, en efecto, habla de manifestar la Fe en
Él y lo que Él ha hecho por nosotros en la Cruz [Jn. 6:53-58, 63]).
SARA
9 Y Ellos (el SEÑOR
y los Ángeles) le dijeron (a Abraham): ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la carpa (uno
de los más grandes anuncios que jamás se ha hecho en la historia de la
humanidad ahora está por manifestarse).
10 Entonces Él (el SEÑOR)
dijo: De cierto volveré a ti según
el tiempo de la vida (según este tiempo el próximo año); y he aquí, que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de
la carpa, que estaba detrás de Él.
11 Y Abraham y Sara eran viejos, entrados en días (Abraham tenía 100 años y Sara 90); y a Sara había
cesado ya la costumbre de las mujeres.
12 Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite,
siendo también mi SEÑOR (Abraham) ya viejo? (La incredulidad hace tímidos y mentirosos a los hombres. Sara se ríe con
incredulidad, y luego, por miedo, niega el hecho. Sin embargo, a pesar de su
incredulidad, y a pesar del éxito aparente de Satanás en haber retrasado el
nacimiento de un hijo hasta que era imposible para la naturaleza — a pesar
de todo, las poderosas palabras de Gracia y Promesa se proclaman — «¡Sara
tendrá un hijo!»)
13 Entonces el SEÑOR dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: Será
cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? (En
Las Escrituras hallamos risa de fe y risa de incredulidad. Salmo 126:2 es la
primera y Mateo 9:24 la segunda. La risa de Sara fue de incredulidad.)
14 ¿Hay para Dios
alguna cosa difícil? (el Hebreo en realidad dice: «¿Hay algo demasiado
maravilloso para Jehová?») Al tiempo señalado volveré a ti, según el tiempo de la
vida, y Sara tendrá un hijo.
15 Entonces Sara negó diciendo: No me reí (ella
mintió); porque tuve miedo (la
incredulidad produce temor). Y Él dijo: No es
así, sino que te has reído (el SEÑOR la reprende suavemente).
SODOMA Y GOMORRA
16 Y los Varones (el SEÑOR
y los Ángeles) se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma (no fue una Mirada de Gracia, por razón de su gran pecado); y Abraham
iba con ellos acompañándolos (caminó una corta distancia con Ellos).
17 Y el SEÑOR dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer (el secreto del SEÑOR está con los que Le temen),
18 Habiendo de ser Abraham una Nación grande y
fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la Tierra? (Ambas predicciones se cumplieron exactamente como fue dicho por el SEÑOR.)
19 Porque yo lo he conocido, sé que mandará a sus
hijos y a su casa después de sí (el Hebreo en realidad
dice: «le He conocido a él a fin de que él mande a sus hijos…»), para que guarden el Camino del SEÑOR, haciendo justicia
y juicio (esa es también la responsabilidad de la
Iglesia moderna, pero que por regla general ha sido abrogada), para que
haga venir el SEÑOR sobre Abraham
lo que ha hablado acerca de él (mirando hacia atrás desde el tiempo
presente hasta la época de Abraham, todo se ha cumplido exactamente como lo
prometió el SEÑOR).
20 Entonces
el SEÑOR le dijo: Por cuanto el clamor
de Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado
en extremo (el pecado de estas
dos ciudades hermanas llegó a ser tan grande que amenazaba con la contaminación
de la totalidad de esa parte del mundo; por lo tanto, tuvieron que ser
destruidas; en otras palabras, el SEÑOR tuvo que realizar una cirugía mayor,
igual como actualmente hace un cirujano a fin de salvar al paciente).
21 Descenderé ahora, y veré si han consumado su
obra según el clamor que ha venido hasta Mí; y si no, lo sabré (todo pecado es propiamente ofensivo a los Ojos del Todopoderoso; pero
algunas formas de maldad son más insolentemente presuntuosas o más
intrínsecamente aborrecibles que otras, y de ese especie fueron los pecados de
Sodoma; la frase, «lo sabré» no significa que Dios no lo sabía, porque Él sabe
todas las cosas, pasado, presente y futuro; la declaración tiene referencia a
la Perfecta Justicia de Dios; en el Juicio, no se podrá reclamar la
indiferencia o injusticia de parte de Dios [Apoc. 20:11-15]).
22 Y se apartaron de allí (de
Abraham) los Varones (los dos Ángeles), y fueron
hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante del SEÑOR (después de que el SEÑOR explica a Abraham lo que estaba a punto de hacer,
Abraham ahora intercede por Lot).
LOT
23 Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío (él estaba pensando en Lot)?
24 Quizá haya cincuenta justos dentro de la
ciudad: ¿Destruirás también y no
perdonarás al lugar por cincuenta justos que estén dentro de él (por esta descripción vemos cuán importante son los justos, como participan
en el régimen global de las cosas)?
25 Lejos de Ti el hacer tal, que hagas morir al
justo con el impío y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas.
El Juez de toda la Tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? (Podemos tener confianza en que el Juez de la Tierra hará lo correcto. ¡El SEÑOR
es ese Juez!)
26 Entonces respondió el SEÑOR: Si
hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este
lugar por amor de ellos.
27 Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi SEÑOR,
aunque soy polvo y ceniza (aquí vemos la humildad del gran Patriarca).
28 Quizá faltarán de cincuenta justos cinco:
¿Destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si
hallare allí cuarenta y cinco.
29 Y (Abraham) volvió a hablarle (al SEÑOR), y dijo:
Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor de los cuarenta.
30 Y dijo: No
se enoje ahora mi SEÑOR, si
hablare (creo que se puede decir fácilmente que el SEÑOR
se deleita en el Creyente que persevera, en lo que se refiere a peticiones y
deseos); Quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta.
31 Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi
SEÑOR; Quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor de
los veinte.
32 Y volvió a decir: No se enoje ahora mi SEÑOR, si hablare
solamente esta vez; Quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió,
por amor de los diez. (Esto atestigua verdadera Intercesión.)
33 Y se fue el SEÑOR, luego que acabó de hablar
con Abraham; y Abraham se volvió a su lugar. (Mientras
el SEÑOR ahora va por Su camino, no lo hace hasta que Abraham deja de presentar
su petición. Abraham dejó de pedir antes que Dios dejara de seguir
concediendo.)
CAPÍTULO 19
(1898 a.C.)
DOS ÁNGELES
1 llegaron,
pues, los dos Ángeles (anteriormente se refirió a ellos como dos
hombres) a Sodoma a la caída de la tarde; Lot estaba sentado
junto a la puerta de Sodoma (Lot sentado a la puerta probablemente
denota posición y autoridad; incluso él pudo haber sido el alcalde de Sodoma); y
viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo (por esta acción, es posible que los dos Ángeles revelaron a Lot en esta
oportunidad quienes eran ellos y la misión que traían),
2 Y dijo: Ahora, pues, mis Señores, os ruego que vengáis
a casa de vuestro siervo, y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la
mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino (respecto
a Abraham y a Lot, el SEÑOR se quedó para tener comunión con el Patriarca,
mientras que solo envió a Sus dos Ángeles a Sodoma y Gomorra para tratar con
Lot). Y ellos respondieron: No, que en
la plaza nos quedaremos esta noche (los Ángeles, ni siquiera
deseaban entrar en la casa de Lot; ¡qué reprimenda!).
3 Pero él (Lot) insistió
tanto, y se vinieron con él, y entraron en su casa (los
Ángeles, fueron presionados a aceptar la hospitalidad del sobrino que antes
gustosamente aceptaron de parte del tío. La relación con el mundo estorba y
limita la comunión y hace apática el alma); y les hizo
banquete, y coció panes sin levadura, y comieron (el
«Pan sin levadura» habla de Cristo).
LA TURBA
4 Y antes que se acostasen (para pasar la noche), cercaron la casa los hombres de la ciudad, los varones
de Sodoma (homosexuales), todo el pueblo
junto, desde el más joven hasta el más viejo; (El
principio del mal, que la Biblia llama «pecado», y que ha causado tanta ruina a
la naturaleza humana, dolorosamente aparece en este Capítulo. Sodoma es el
resultado final de la mente reprobada [Rom. 1:24-28].)
5 Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los Varones que vinieron a ti
esta noche? (el pecado de la homosexualidad fue el
principal pecado que dio lugar a la destrucción de Sodoma y Gomorra [Jud., vv.
6-7]) sácanoslos, para que los conozcamos (las
palabras «los conozcamos» se referían al vil acto homosexual).
6 Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró
la puerta tras sí (aseguró la puerta de su casa, para que
estos hombres depravados no pudieran entrar),
7 Y dijo: Os
ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad (el
Texto marca este pecado como indescriptiblemente vil, al decirnos que ellos
demandaron que Lot llevara afuera a sus invitados a fin de que pudieran
seducirlos públicamente y a la vista de toda la población; ellos habían perdido
todo sentido de vergüenza y decencia, porque no intentaron perpetrar en secreto
este vergonzoso vicio).
8 He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han
conocido varón; os las sacaré afuera, y haced de ellas como bien os pareciere (la sabiduría de un Creyente tibio siempre es imperfecta, como es evidente
aquí); solamente a estos Varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra
de mi techo (no podemos beneficiarnos del mundo y, a la
vez, dar testimonio eficaz en contra de su maldad.).
9 Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino éste aquí para habitar como extranjero,
¿y quiere hacerse juez (sin embargo parece que Lot había
pronunciado en contra de estas cosas con tanta frecuencia que los hombres de
Sodoma lo acusaron de querer desempeñar el papel de juez)? Ahora te
haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se
acercaron para romper la puerta. (Debido a que Abraham
había rescatado a muchos Sodomitas de
Quedorlaómer, evidentemente estos homosexuales habían
declarado a Lot, sobrino de Abraham, de ser zona prohibida. Pero ahora, debido
a la protección que Lot proporcionó a los dos Ángeles, ellos están quebrantando
su compromiso.)
LOS ÁNGELES
10 Entonces los Varones (los
dos Ángeles) alargaron la mano (abrieron
la puerta y tomaron a Lot), y metieron a Lot en casa con Ellos, y cerraron la
puerta (poco sabían estos pervertidos quienes eran en realidad
estos hombres).
11 Y a los hombres que estaban a la puerta de la
casa los hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor; pero ellos se
fatigaban buscando la puerta (en el Hebreo realmente significa que no
estaban totalmente ciegos, sino que no veían bien).
LOT
12 Y dijeron los Varones (los Ángeles) a Lot: ¿Tienes aquí algunos más? Yernos, y tus hijos
y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar (intentar reprender al mundo, mientras nos beneficiamos
al asociarnos con ellos, es vanidad; por lo tanto, fue igual con el testimonio
de Lot a sus yernos).
13 Porque vamos a destruir este lugar (ha sucedido, sin duda, muchas veces en muchos lugares en la historia del
pasado), por cuanto el clamor de ellos ha subido de punto
delante del SEÑOR (todo pecado está contra Dios, que por último, si no hay arrepentimiento,
terminará en juicio); por tanto el SEÑOR nos ha enviado para destruirlo.
LOS YERNOS
14 Entonces salió Lot, y habló a sus yernos, los
que habían de tomar sus hijas (estaban por casarse), y les
dijo: Levantaos, salid de este lugar;
porque el SEÑOR va a destruir esta ciudad. Pero pareció a sus yernos como que
se burlaba (entre más se aproxima el mundo al fin, más
se burla de las advertencias Divinas dadas a los impíos).
LOT LIBERADO
15 Y al rayar el alba, los Ángeles daban prisa a
Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí,
para que no perezcas en el castigo de la ciudad (como
los Ángeles apresuraron a Lot, también el Espíritu Santo está apresurando a la
Iglesia moderna, respecto al Arrebatamiento).
16 Y deteniéndose él (Lot), los Varones
(los dos Ángeles) asieron de su mano,
y de la mano de su mujer, y de las manos de sus dos hijas según la misericordia
del Señor para con él; y le
sacaron, y le pusieron fuera de la ciudad (la
paciencia tierna de los Ángeles con este pobre hombre lento para actuar, fue
muy conmovedor; su causa se manifiesta en las palabras, «según la misericordia
del Señor para con él»).
17 Y fue que cuando (los
dos Ángeles) los hubo sacado fuera, (uno
de los Ángeles) dijo: Escapa por
tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no
sea que perezcas (Dios demandó de ellos que de corazón y
voluntad abandonaran las ciudades condenadas).
18 Y Lot le dijo: No, yo te ruego, Señor mío (parece que ahora Jehová mismo, aunque no
se menciona, aparece en escena).
19 He aquí ahora ha hallado Tu Siervo gracia en
Tus ojos, y has engrandecido Tu Misericordia que has hecho conmigo dándome la
vida; pero yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal y muera (la insensatez de Lot en demorarse y además, preferir su propio lugar de
seguridad en lugar del que fue propuesto por los Ángeles, ilustra la profunda
incredulidad del corazón).
20 He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir
allá, la cual es pequeña; escaparé ahora allá, (¿no es ella pequeña?) y vivirá
mi alma (cuando la gente está en la Voluntad de
Dios no comete necedades; es cuando intentan funcionar siendo desobedientes que
se convierten en necios en sus decisiones).
21 Y Él (el Señor) le respondió: He aquí he recibido aquí tu súplica sobre esto
(su pedido de ir a una pequeña ciudad en lugar del monte), y no
destruiré la ciudad de que has hablado (fue
una oración que Lot luego deseó que no hubiera sido contestada positivamente. El
Creyente debe cuidarse de pedir según la Voluntad de Dios).
22 Date prisa, escápate allá; porque nada podré
hacer hasta que allí hayas llegado. (El Señor había prometido a Abraham que perdonaría la
vida de Lot; por lo tanto, la destrucción no llegó a Sodoma y Gomorra hasta que
Lot fue quitado y trasladado con seguridad, En cierto sentido, esto caracteriza
el Arrebatamiento venidero de la Iglesia; el Juicio de Dios, que está por venir
a este mundo, realmente, no puede ejecutarse hasta que los Creyentes sean
quitados [I Tes. 5:9].) Por esto fue llamado el nombre de la ciudad, Zoar (la ciudad en la cual el Señor permitió a Lot llegar).
LA DESTRUCCIÓN
23 El sol salía sobre la Tierra, cuando Lot llegó
a Zoar.
24 Entonces llovió el Señor sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte
del Señor desde los cielos (el Señor, a Quien hoy conocemos como Dios el Hijo, pidió juicio del Señor del cielo, a Quien hoy conocemos como Dios el Padre; y el Espíritu
Santo Quien inspiró la escritura de esto, representa entonces la Trinidad);
25 Y destruyó las ciudades, y toda aquella
llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra (todas las ciudades de la llanura fueron destruidas, excepto Zoar; la causa
fue sobrenatural, no natural; por lo tanto, como algunos han afirmado no se trató
de un terremoto).
LA ESPOSA DE LOT
26 Entonces
la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él (desobedeció
la Palabra del Señor [v. 17]; el Hebreo significa
que «ella siguió mirando hacia atrás detenidamente, tristemente, con añoranza y
deseo;» su Corazón estaba en Sodoma, por lo tanto su alma estaba en Sodoma, también; lamentable y
tristemente, ahora está en el Infierno), y se volvió
estatua de sal (Jesús hizo recordar este episodio al mundo
al decirlo deliberadamente: «Acordaos de la mujer de Lot» [Luc. 17:32]).
ABRAHAM
27 Y subió Abraham por la mañana al lugar donde
había estado delante del Señor (indica que él estaba en oración).
28 Y
miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y
aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno (estas ciudades estaban situadas en el extremo sur del Mar Muerto; la
palabra «horno» indica que no era un fuego ordinario, sino que el calor era tan
intenso que lo fundió todo, y no quedó nada).
29 Así fue que, cuando destruyó Dios las ciudades
de la llanura, se acordó Dios de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la
destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba (las
palabras, «se acordó Dios de Abraham,» declara que la petición intercesora de
Abraham no quedó sin respuesta; en este caso, Abraham era un Tipo de Cristo,
que sirve como mediador entre Dios y Lot).
MOAB Y BEN AMÍ
30 Pero Lot subió de Zoar, y habitó en el monte, y
sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedar en Zoar (después de haber desobedecido al Señor, ahora Lot vive en temor; teme de que Dios
destruirá Zoar también y, por lo tanto se traslada a un monte cercano) y se alojó
en una cueva, él y sus dos hijas (su riqueza una vez había
sido tan grande que él y Abraham no pudieron habitar juntos por la cantidad de
sus rebaños; pero ahora habita en una cueva, siendo ésta su miserable hogar;
riqueza o no riqueza, no hay beneficio en seguir la dirección de Satanás).
31 Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la
Tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la Tierra (la preservación del linaje familiar era importante en los antiguos
tiempos; puesto que Lot ya era viejo, y ahora pobre, con todas sus efectos
personales destruidos junto con Sodoma, sus hijas no vieron indicio alguno de
matrimonio; por eso ahora, van a cometer un pecado monstruoso).
32 Ven, demos a beber vino a nuestro padre (la segunda ocasión en la Biblia que la palabra «vino» se utiliza para
indicar la bebida intoxicante, la primera ocasión siendo la de Noé [9:20-22]; la
alternativa para un hijo de Dios es la abstinencia total de bebidas
intoxicantes), y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre
descendencia. (Sus propias hijas lo embriagaron y en su
embriaguez él se convierte en el instrumento para traer a existencia a los
Amorreos y los Moabitas — los determinados enemigos del pueblo de Dios. ¡Esto
contiene un enorme volumen de solemne instrucción!)
33 Y dieron a beber vino a su padre aquella noche;
y entró la mayor, y durmió con su padre; pero él no supo cuando se acostó ella,
ni cuando se levantó (no fue una orgía de borrachera, pero sí,
un pecado asqueroso; la causa fue falta de fe, como la causa de todo pecado es
falta de fe).
34 El día siguiente dijo la mayor a la menor: He
aquí yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta
noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre
descendencia (los detalles de este relato indican
claramente que Lot, cuando se fue a la cueva del monte, intentaba escapar de
sus problemas, no por medio de llevarlos al Trono de Dios, donde todos los
Creyentes deben llevarlos, sino por medio de ahogarlos en el olvido).
35 Y dieron de beber a su padre también aquella
noche; y se levantó la menor, y durmió con él; pero no echó de ver cuando se
acostó ella, ni cuando se levantó (al tener en cuenta que
estas hijas se habían criado en Sodoma, por lo menos durante una buena parte de
su vida, no fue extraño que la hija mayor sugiriera el incesto como la única
forma que ellas podrían preservar el linaje familiar; ellas habían sido
fuertemente influenciadas por las bajas normas morales de su ambiente).
36 Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre (después de esto, Lot desaparece de la historia sagrada, ni siquiera su
muerte se registra; aunque no hay prueba Bíblica, se cree que Abraham recibió a
Lot y sus hijas en su casa y los sostenía).
37 Y la mayor dio a luz un hijo, y llamó su nombre
Moab (significa «de mi padre»), el cual es padre
de los Moabitas hasta hoy.
38 La menor también dio a luz un hijo, y llamó su
nombre Ben Amí (significa «hijo de mi pueblo»), el cual es
padre de los Amonitas hasta hoy (a pesar de su
despreciable principio, el Señor mostró preocupación por ellos como
descendientes de Lot [Deut. 2:9, 19], pero lamentablemente más tarde se
convirtieron en enemigos de Israel [I Sam. 14:47; II Rey. 3:5; II Crón. 20:1,
22]).
CAPÍTULO 20
(1898 a.C.)
ABRAHAM Y ABIMELEC
1 dE
allí partió Abraham a la tierra del Néguev, y se acampó entre Cades y Sur,
y habitó como forastero en Guerar. (El pecado y la miseria
que años antes fue el resultado de viajar «hacia al sur del país» debería
haberle enseñado a nunca moverse en esa dirección. Pero el hombre, como es,
nunca aprende ni puede aprender lecciones espirituales. Aquí hallaremos que el
pecado es tan odioso en el varón de Dios como lo es en el hombre del mundo, y
su culpa es mayor. Abraham debió disgustarse demasiado por el poder de la
incredulidad en su sobrino Lot, pero ¿se disgustó igual por el poder del mal en
sí mismo, como lo describe este Capítulo?)
2 Y dijo Abraham de Sara su mujer: Mi hermana es (Abraham
una vez más abandona el camino de la Fe; y, al negar que ella es su esposa, se
hunde en una profunda degradación moral que es despreciable en extremo; nos
damos cuenta que un pecado antiguo es un pecado fácil). Y Abimelec, rey de
Guerar envió y tomó a Sara. (Su caída en esta ocasión fue más profunda
que la anterior; porque él ya tiene la Promesa Divina de que ese mismo año,
Sara llegaría ser la madre de un hijo milagroso. Por lo tanto, siempre y cuando
el Cristiano ande en el camino de la Fe, está vestido con dignidad y
ennoblecido con valentía. Pero, cuando se sale de ese camino, el cae aún más
bajo que los hijos del Maligno.)
3 Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y
le dijo: He aquí muerto eres a causa de
la mujer que has tomado, la cual es casada con marido. (Si
Dios no hubiera intervenido, el pecado de Abraham habría sido desastroso. Debe
notarse, Sara es de nuevo llamada por el Espíritu Santo la esposa de Abraham.
El asunto de ser la «hermana« fue mencionado sólo por Abraham, y no por el SEÑOR.
Aunque ella era hermanastra de Abraham, todavía, la afirmación de Abraham a
Abimelec era la verdad a medias, por lo tanto, considerado por Dios como una
mentira.)
4 Pero Abimelec no se había llegado a ella; dijo
pues: SEÑOR, ¿también a una nación justa matarás? (El
Príncipe Filisteo, ya enterado de la destrucción de Sodoma y Gomorra, teme que
él y su pueblo sufrirán la misma destrucción, a menos que el SEÑOR se
pacifique.)
5 ¿No me dijo él mismo: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi corazón, y
con inocencia de mis manos he hecho esto (en
realidad, el hombre era inocente; fueron Abraham y Sara los que hicieron mal).
6 Y le dijo Dios en sueños: Sí, yo sé que con
sencillez de tu corazón has hecho esto; y también te detuve yo de pecar contra
Mí; por eso no te permití tocarla.
7 Ahora pues, devuelve la mujer a su marido;
porque es Profeta, y orará por ti, y vivirás; y si no la devolvieres, sabe que
de seguro morirás tú, y todos los tuyos. (Todos
estos hechos ponen de manifiesto la inevitable verdad y dejan en claro, que
Abraham por disposición natural y carácter, era tímido y falso. Sólo era noble
cuando era vigorizado por la fe.
8 Y por la mañana, madrugando Abimelec, llamó a
todos sus siervos, y refirió en sus oídos todas esas palabras; Y los hombres
temieron mucho (En este Capítulo se hace hincapié que la
bondad natural e integridad, como en el caso de Abimelec, no necesariamente
hace a un hombre hijo de Dios y, por otro lado, tampoco una falta momentánea
moral debido al temor descalifica al Creyente de ser miembro de la familia de
la fe).
9 Entonces llamó Abimelec a Abraham, y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿Y en qué he pecado
contra ti, para que hayas traído sobre mí y sobre mi reino tan gran pecado? Lo
que no debiste hacer has hecho conmigo. (Es
interesante que este rey pagano entendiera la palabra «pecado», lo que
significa que tenía algo del conocimiento de Dios, que aumentó
considerablemente después del sueño que tuvo. En el camino de la Fe, el pueblo
de Dios es una bendición para el mundo. En el camino de la incredulidad, es una
maldición.)
10 Y dijo Abimelec a Abraham: ¿Qué viste para que hicieses esto? (Cuán culpables somos todos nosotros con respecto a esto. Como Creyentes
somos receptores y proyectores de Su Luz. Pero, muchas veces en verdad lo que
proyectamos no es enteramente lo que hemos recibido.)
11 Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Cierto no hay temor de Dios en este lugar, y
me matarán por causa de mi mujer (una vez que se abandona
el camino de la Fe, el hijo de Dios juzga equivocadamente).
12 Y
a la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y
la tomé por mujer (como se dijo, Abraham
insiste que Sara es su hermanastra, mientras que el Espíritu Santo hace
hincapié en que la dama es su esposa [vs. 2-3, 7]).
13 Y fue que, cuando Dios me hizo salir errante de
la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que tu me harás, que en
todos los lugares donde llegáremos, digas de mí: Mi hermano es (este plan, elaborado por Abraham al principio, no era de Dios, sino de sí
mismo, por lo tanto, una obra de la carne, seguir esa dirección siempre trae extremas
dificultades).
14 Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, y
siervos y siervas, y se los dio a Abraham, y le devolvió a Sara su mujer (a pesar del error de Abraham, el SEÑOR bendijo al Patriarca; como muy a
menudo él hace lo mismo con nosotros).
15 Y dijo Abimelec: He aquí mi tierra está delante de ti, habita
donde bien te parezca (Abimelec tenía suficiente inteligencia
para darse cuenta que las Bendiciones de Dios estaban sobre Abraham; por lo
tanto, él le ofrece un lugar en «su tierra;» sin duda, él experimentó grandes
Bendiciones de Dios por este acto, al igual que cualquiera que bendice a los
hijos de Dios).
16 Y a Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de plata a tu
hermano (al referirse a Abraham como su «hermano»,
en efecto, este príncipe pagano estaba diciéndole a ella, «No lo vuelvas hacer;
es impropio»); mira que él te es por velo de ojos para todos los que
están contigo, y para con todos; así fue reprendida. (Abimelec,
en efecto, está diciendo, «Si abiertamente afirmas que Abraham es tu marido, ciertamente
será protección suficiente para ti y, de igual modo, para la totalidad de tu grupo.
Es triste cuando nosotros, como Creyentes, tenemos que recibir la reprimenda
del mundo. Un principio Divino, sin embargo, brilla en este triste Capítulo. Y
es que Dios, en Su Gracia Sublime, no se avergüenza de llamarse el Dios de un
pobre, débil, imperfecto y tambaleante hombre, si existe, a pesar de toda la
debilidad, la fe y el amor en el corazón. El Patriarca, por su propia
infidelidad, se ha degradado profundamente a sí mismo para ser debidamente
reprendido por el príncipe pagano, pero Dios, en Su fidelidad, lo reviste con
dignidad, y lo honra en presencia de Abimelec.)
17 Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a
Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y las cuales tuvieron hijos.
18 Porque había del todo cerrado el SEÑOR toda
matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara mujer de Abraham. (Los Versículos finales de este Capítulo contienen una lección solemne para
todo Creyente. Debido a que Abraham se apartó de la senda de la Fe, mientras él
dejó de andar en esa senda, no nacieron hijos a Abimelec y a su hogar. Este
hecho físico ilustra una realidad espiritual en la experiencia Cristiana. Es
razonable aprender de todo esto que el nacimiento de hijos espirituales en el
Evangelio es impedido o se retrasa por el comportamiento inestable de los
Creyentes — Williams.)
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